El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, afirmó que los problemas de infraestructura del hospital neuropsiquiátrico José Borda “son por desidia, porque estamos hablando de una ciudad con los recursos que tiene Buenos Aires, que es el segundo distrito de ingreso presupuestario”. Alak hizo estas declaraciones luego de realizar una recorrida por el hospital junto a los legisladores porteños Juan Cabandié y Gabriela Alegre, y el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda.

“Vinimos porque recibimos denuncias que indican que a los pacientes no se les brinda la atención necesaria, y ya el año pasado tuvimos que trasladar pacientes al hospital de Ezeiza por falta de gas, de agua, de instalaciones eléctricas adecuadas. Son servicios básicos que deben funcionar adecuadamente en cualquier hospital”, indicó. El ministro destacó que “no hay ninguna denuncia contra los trabajadores, que son los que, aun en estas condiciones tan adversas, siguen sosteniendo su tarea”.

La recorrida, de la que también participó el ex secretario de Salud y actual interventor, Néstor Pérez Baliño, permitió constatar las precarias condiciones en las que los casi 700 pacientes viven a diario.

En tanto, Fresneda anticipó que “elaboraremos un informe conjunto entre los funcionarios presentes con recomendaciones, porque es muy doloroso ver que el 90 por ciento de los internos estén dopados en las camas. No se puede conversar con ninguno de ellos”. “Estas condiciones son riesgosas para los pacientes”, dijo el secretario de Derechos Humanos y puso como ejemplo el estado de los baños “que son indignos, con riesgos para la propia vida de los pacientes”.

Además, el funcionario aseguró que “tampoco hay condiciones para los trabajadores de esta institución” y le pidió al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, “un criterio de humanidad”.

Por su parte, Cabandié recordó que “el presupuesto de salud en la Ciudad en el año 2011 se subejecutó y esto demuestra el deterioro de la salud pública que atravesamos”. “Esta situación indignante se traslada a otras instituciones, como el hospital Tobar García o el Moyano, que recorreremos en los próximos días”, aseguró el legislador del Frente para la Victoria.

Según explicó Cabandié, “cuando empezó la gestión de Macri, en el Borda había 1200 pacientes” y hoy “hay menos de 700. Esto no se debe a un proceso de desmanicomialización, porque muchas de esas personas hoy viven en la calle”. “Al sistema de salud público lo tenemos que defender entre todos”, resumió.