Las declaraciones ante la Justicia de amigas de Sandra Colo, que fue encontrada estrangulada en su lugar de trabajo el jueves pasado, en Junín, dieron indicios de que el crimen podría haberlo perpetrado una persona con la que mantenía una relación sentimental. No obstante, la causa continúa caratulada como “homicidio en ocasión de robo”, dado que faltaba plata y algunos objetos personales del lugar. Pese a que la hermana menor de Colo fue asesinada de un modo similar hace doce años, aún no encontraron vinculación entre los hechos.

Con la información brindada por las amigas de Colo, de 43 años, el fiscal de la causa, Angel Quidiello, solicitó el viernes pasado realizar varios allanamientos en Junín y pidió el listado de llamadas entrantes y salientes del teléfono de la víctima a la empresa prestataria, que estarán recién para el primer día hábil de la semana.

Colo fue encontrada el jueves pasado por su padre en el pelotero en el que era la encargada del turno mañana a eso de las 13. Según determinaron las pericias la mujer fue asesinada ese mismo día entre las 10 y las 12 por “asfixia mecánica por estrangulación a lazo”, pero “además se acreditó la existencia de politraumas faciales y estallido hepático por aplastamiento”.

Además, del lugar desaparecieron 650 pesos que se hallaban en dos billeteras y el teléfono celular de la víctima, aunque lo “llamativo” –señalaron los investigadores– es que quedó otra suma de dinero que estaba guardada en un cajón y dos anillos de oro que tenía Colo. Aun así, los investigadores consideran que el robo fue sólo para despistar y que se llevó el celular para evitar que se conocieran los mensajes.

Lo llamativo del hecho es que la hermana menor de la víctima fue asesinada de un modo similar, en el 2000, y también en su lugar de trabajo. Dado que el condenado por ese hecho, José Luis Correa, de 46 años, no cuenta con salidas transitorias, la Justicia descartó, por el momento, su vinculación con este hecho.