SOCIEDAD › TRAS LA MUERTE DE UNA MUJER DURANTE UN ASALTO EN LANúS, CASAL REFORZó LA ZONA CON 300 POLICíAS
Trescientos policías fueron agregados en Lanús. Casal hizo el anuncio tras un asalto sangriento, en la Departamental.
› Por Horacio Cecchi
Ayer, dos días después de que decenas de vecinos reclamaran contra la inseguridad frente a la Municipalidad de Lanús por el crimen de un jubilado, una mujer murió de un disparo cuando dos jóvenes aparentemente intentaban robar el auto que el marido de la víctima pretendía guardar en el garaje de su casa, en el barrio Remedios de Escalada de ese partido. El caso derivó en una nueva muestra de indignación de decenas de vecinos, primero frente a la vivienda de la víctima, y luego ante la misma municipalidad. Al mediodía, el propio ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, ofreció una conferencia de prensa junto al intendente Darío Díaz Pérez, en la que informó sobre la instalación de un comité de crisis en Lanús, y el refuerzo de 300 o 200 (según cada fuente) policías del Grupo Halcón, la Infantería y la Caballería. Durante la conferencia, Casal aseguró que habían sido detenidos dos jóvenes que huían en un auto robado y que “tenían en su poder un revólver calibre 38, que podría coincidir”, dato que habrá que aguardar a confirmar con el resultado de la autopsia. La información percutida ayer desde fuentes policiales, agencias de noticias parapoliciales y crónicas de la inseguridad, no subrayaba dos detalles ligados entre sí como un puente. Uno, que el reclamo del viernes exigía más policías; el otro, que como gesto político, Casal anunció la satisfacción del reclamo, el refuerzo de 300 policías, no desde la sede municipal sino como local, desde la Jefatura Departamental. Debajo del puente corre el río de las diferencias entre Díaz Pérez y la dupla Scioli-Casal.
El crimen de Alicia Dubau, de 64 años, fue cometido pasada la medianoche del sábado pasado, alrededor de la 0.30, en la calle Guido Spano 1154, de Remedios de Escalada, partido de Lanús, cuando la víctima y su marido regresaban de celebrar su cumpleaños, que había tenido lugar dos días antes, y pretendían ingresar en su vivienda a bordo del Toyota Corolla.
Siguiendo la información que las fuentes policiales desparramaron generosamente en riguroso off, dos hombres armados intentaron robar el auto del matrimonio. El esposo de la víctima había bajado del vehículo para abrir el portón eléctrico, mientras que Dubau, con alguna dificultad de movilidad, aguardaba dentro del auto.
El marido dijo a los policías que uno de los hombres lo amenazó con un arma de fuego y le exigió las llaves del auto. En ese momento, el marido logró entrar al garaje y cerró el portón, mientras que la mujer quedó afuera, a bordo del auto y del mismo lado que los dos asaltantes. En ese momento, según declaró a los bonaerenses el marido, se escuchó un disparo, luego de que aparentemente uno de los asaltantes entrara al vehículo. Después, los dos hombres escaparon en el auto en el que habían llegado.
Dubau había recibido un disparo en la zona intercostal izquierda. Su marido la auxilió trasladándola de inmediato a un hospital de la zona, donde la mujer arribó ya muerta.
Poco después, bonaerenses de la comisaría de Remedios de Escalada detuvieron a dos hombres en un Volkswagen Fox negro, tras una persecución a los tiros que terminó en Villa Diamante. En poder de los detenidos, de 19 y 25 años, supuestamente se encontró un revólver calibre 38, que podría coincidir con el arma que mató a Dubau, y las llaves de un Toyota Corolla (no pertenecen al auto de la víctima), de un BMW, de un Audi y de un Peugeot 307, robados entre la noche del sábado y el domingo. Según aseguró a la agencia Télam un comisario, en off, los dos detenidos no están acusados del crimen sino de los robos de autos, pero algunos indicios apuntan a hacerlos sospechosos: el Fox fue robado a pocas cuadras del crimen; el perfil de los detenidos parece coincidir con la descripción del marido de Dubau.
Si obviamente son indiscutibles las cuestiones reales de la trágica muerte de Dubau, lo que queda perdido y sin ilación es una serie de circunstancias que podrán leerse sin la urgencia propia de la resolución del caso. Primero, que Díaz Pérez (cristinista) y Casal no comparten criterios. Segundo, que la Bonaerense responde a Casal, o al revés. Tercero, que más allá de la existencia de delitos, la cuestión es cómo se solucionan. Cuarto, que el reclamo de más armas, más policías y más represión históricamente fue un reclamo policial. Quinto: que la satisfacción a ese reclamo se formuló públicamente desde la Jefatura Departamental, donde Díaz Pérez tuvo que ir al pie.
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