Los dos detenidos por el secuestro de Florencia Macri fueron trasladados ayer a los tribunales de Comodoro Py para realizar la indagatoria. Uno de ellos, Martín Zidar, detenido el viernes por la mañana en Morón, se negó a declarar. El segundo, Juan Buttitta, se declaró absolutamente ajeno a los hechos. Hoy, en Comodoro Py, se realizará una rueda de reconocimiento en la que Florencia intentará identificar a sus captores.
Según los investigadores, Zidar está sospechado de ser el cerebro o coordinador de la banda, encargado de la negociación y de cobrar el rescate de 750 mil dólares. Su nombre surgió de un cruce telefónico, aunque su situación es confusa, lo mismo que la del dinero: aún no fue hallado, pese a que tras la detención los voceros oficiales desparramaron el dato de que en su poder habían hallado el botín.
Zidar se negó a declarar ayer por una cuestión obvia: en el momento de la indagatoria no contaba con abogado y pidió ser representado por un defensor oficial. La tarea recayó en la defensora oficial federal 2, Perla Martínez de Buck. Buttitta fue detenido el mismo viernes, alrededor de las cuatro de la tarde, en su vivienda de Mataderos, tras el allanamiento de la casa de sus padres, en José María Moreno al 1100. De Buttitta parece haber menos pruebas aún: su número telefónico apareció en una agenda de Zidar. El joven, de 25 años y representado por Roberto Damboriana, se declaró absolutamente ajeno a los hechos y explicó que su hermano tiene una agencia de motos y Zidar lo había visitado por una compra.
Hoy, los dos detenidos serán trasladados nuevamente a los tribunales de Comodoro Py para participar de una rueda de reconocimiento. Allí, Florencia Macri intentará determinar si los reconoce como integrantes de la banda que la secuestró el 29 de abril pasado. Hasta el momento, se supone que de ese procedimiento que las autoridades señalan como “de relevancia en el caso” no debería surgir ningún dato preciso: Florencia declaró públicamente que durante todo el tiempo la mantuvieron con los ojos vendados.