SOCIEDAD
› DICTAN LA FALTA DE MERITO PARA UNO DE LOS DETENIDOS
Un liberado en el caso Macri
Uno de los dos sospechosos por el secuestro de Florencia Macri fue liberado ayer, aunque sigue vinculado con la causa. La chica se negó a participar de la rueda de reconocimiento.
› Por Horacio Cecchi
Uno de los detenidos por el secuestro de Florencia Macri, Juan Pablo Buttitta, fue liberado ayer por falta de mérito dictada por la jueza federal María Servini de Cubría. El restante detenido, Martín Zidar, continúa figurando en el centro de las sospechas de los investigadores. Ayer al mediodía, Florencia concurrió a los tribunales federales de Retiro para determinar si entre los dos sospechosos podía identificar a alguno de los miembros de la banda. Pero, como había anticipado Página/12, la rueda no se cumplió. Según fuentes judiciales, la joven alegó que había permanecido con los ojos vendados durante todo su secuestro. El dinero, entretanto, es buscado intensamente pero no aparece. Pese a que públicamente las pistas parecieran endebles, los investigadores insisten en que la banda es de recién iniciados y que Zidar sigue encabezando la lista de sospechosos, y aseguran contar con pruebas contundentes.
Ayer, al mediodía, Martín Zidar, de 31 años, y detenido el viernes por la mañana en Morón, y Juan Pablo Buttitta, de 25, aprehendido en Mataderos, el mismo día por la tarde, fueron trasladados a los tribunales de Comodoro Py, en Retiro, para cumplir con el trámite. No era una cuestión formal, pero la hija menor de Franco Macri se negó a cumplir con el trámite. Según confiaron fuentes judiciales a este diario, argumentó con lógica que durante los casi seis días que duró su cautiverio permaneció con los ojos vendados.
La jueza federal María Servini de Cubría dictó casi de inmediato la falta de mérito a Juan Buttitta, disponiendo su libertad aunque el joven seguirá vinculado con el caso. Buttitta fue detenido porque en una agenda de Zidar apareció su número telefónico y él, apodado como “Colo”. En un momento clave del secuestro se registró una llamada en la que Zidar decía “Colo, ya está todo listo”. Por el momento, parece posible que exista otro “Colo”. Buttitta, asistido por el abogado Roberto Damboriana, aseguró que no tiene vinculación con el secuestro, y argumentó que Zidar tenía su teléfono porque lo había llamado en una ocasión por la reparación de una moto.
La suerte de Zidar, en cambio, parece diferente. En principio, el mismo lunes se negó a prestar declaración indagatoria. Desde el primer momento de su detención encabezó el listado de sospechosos. Con una condena de cinco años por robo de automotor con arma de fuego (robo calificado), pena que cumplía en libertad condicional, Zidar habría sido escuchado durante las negociaciones con la familia, o al menos su voz es semejante a la de la grabación, según afirman los investigadores. Varios cruces de llamadas determinaron que otro/s integrantes de la banda lo llamaba/n al celular reclamándole que repartiera el dinero.
Pero el caso tiene sus costados oscuros. Tratándose de una Macri, su secuestro garantiza una importante persecución policial. Esto impulsó el criterio de que se trataría de una banda altamente especializada. En segundo lugar, el lugar donde se realizó (en la Capital Federal) y a plena luz del día, también puede indicar un alto nivel de impunidad. La única posibilidad en contrario es que el secuestro haya sido organizado por una “banda de loquitos improvisados”. Y es ese argumento en el que se anclaron los investigadores.
“Tenemos muchas pruebas contundentes –confió uno de ellos a este diario–. En el 99 por ciento de los casos, el que negocia y cobra es el cráneo.” Y ése parece ser, según los investigadores, el rol de Zidar. Pero, al mismo tiempo, una información proveniente de la misma investigación, apenas fue detenido Zidar, aumentó las dudas. El viernes pasado, fuentes del caso desparramaron el dato de que con él habían hallado el dinero. Pero el dinero no apareció. La primera lectura de ese dato es que Zidar tan sólo sería un perejil puesto a la cabeza para dar la idea de que el caso está resuelto. La segunda, no sólo indica lo contrario sino que muestra algunos intereses opuestos entre algunas de las trespatas de la investigación (la jueza Servini de Cubría, la SIDE, y Delitos Complejos de la Federal).
–¿No es un cinturón de lastre que no aparezca el dinero después de haber anunciado que lo hallaron?
–Eso no salió ni de la Justicia ni de la policía –aseguró una fuente del caso, y se remitió al silencio.