Lo desnudaron, lo maniataron y lo violaron. Después le quemaron el cuerpo con un cigarrillo y como broche de una obra perversa, le hicieron un corte en un testículo con una hoja de afeitar. Así de terrible fue la noche que debió pasar un vecino del barrio de Almagro, de 37 años, luego de que dos jóvenes lograran ingresar al departamento donde vive con su pequeño perro y lo torturaran hasta dejarlo en estado de shock. Los gritos del hombre, desgarradores, incontrolables, retumbaron por todo el edificio alertando a los vecinos, quienes de inmediato llamaron a la policía. Finalmente, la víctima fue trasladada al hospital Durand y los delincuentes, atrapados cuando intentaban huir por los techos de casas vecinas, a una celda en la comisaría novena.
Cerca del Shopping del Abasto y a metros de la Universidad Tecnológica Nacional se encuentra el antiguo edificio donde vive este docente de 37 años junto con su pequeño perro. Nadie en el barrio sabe describirlo con exactitud y ni siquiera conocen su nombre, pero pocos de los que se despertaron sobresaltados, ayer a la madrugada, podrán olvidar los gritos que quebraron el silencio de la madrugada.
Eran las 5.30 de ayer cuando los vecinos del edificio ubicado en Medrano 915 comenzaron a escuchar desgarradores pedidos de ayuda provenientes del departamento 3º “A”. Gritos que no eran como cualquier quejido, sino que denotaban un dolor profundo, cortante. Asustados, llamaron de inmediato a la policía, que en pocos minutos llegó al lugar. Los dos agresores, uno de nacionalidad paraguaya, de 24 años, y otro argentino, de 22, fueron detenidos cuando intentaban huir por los techos de los edificios vecinos. Llevaban consigo dinero, tarjetas de crédito y otros objetos de valor como relojes de lujo en sus bolsillos.
Con los delincuentes en su poder, los uniformados se dirigieron al departamento, en donde aún se escuchaban algunos lamentos. Allí encontraron tirado en el suelo, boca abajo, desnudo y maniatado, al dueño de casa, con heridas que sangraban en forma abundante. “Lo molieron a palos. Tenía toda la cara golpeada y las muñecas ensangrentadas”, relató a Página/12 un amigo de la víctima, mientras abandonaba el lugar.
Según fuentes policiales, además de esas lesiones, se comprobó también que el hombre había sido violado y cortado en uno de sus testículos, presuntamente con una afilada hoja de afeitar, por lo que fue trasladado de inmediato al hospital Durand, donde por la tarde se reponía de sus heridas, pero no del estado de shock que le impedía contar claramente lo sucedido.
Entre los investigadores aún existían dudas y quedaba por develar la forma en que los delincuentes habían logrado entrar al departamento, sobre todo tomando en cuenta que la puerta no había sido forzada. Frente a esta realidad, una de las hipótesis que se manejan en la pesquisa consiste en que los jóvenes hubieran interceptado a la víctima en la puerta de su edificio y, bajo la amenaza de armas blancas, lo obligaron a franquearles el acceso. La otra posibilidad es que la víctima conociera a los dos agresores o tuviera algún vínculo con ellos, y por tanto él mismo les hubiera abierto la puerta para dejarlos entrar, con lo que todavía quedaría por averiguar qué fue lo que pasó luego para que se produjera tan terrible desenlace.

Producción: Damián Paikin