Walter Alfano, quien estaba desaparecido desde el viernes pasado en el partido de Malvinas Argentinas, fue encontrado el domingo en un pozo ciego, asesinado de dos balazos. Según pudieron reconstruir los investigadores, el hombre, de 46 años, salió el viernes para llevarle una camioneta a un vecino que iba a comprársela, aunque no sabía manejar. Ayer ese vecino, un joven de 19 años, era buscado como principal sospechoso del crimen, luego de que su padre fuera arrestado en la vía pública, cuando estaba por entrar a un estudio jurídico al que había llamado en busca de asesoramiento, según fuentes policiales. El cuerpo de Alfano fue hallado por perros adiestrados y estaba en los fondos de la casa del joven comprador. Los investigadores no descartan otras hipótesis.

Según contaron sus familiares, Alfano llevó a sus hijos a la escuela el viernes y le dijo a su esposa que luego iría a una casa del barrio El Ombú, de Los Polvorines, a vender su Ford Falcon. Le habían ofrecido seis mil pesos. “Como el chico no sabía manejar se lo alcanzó a su casa, acá a dos cuadras y no volvió más”, recordó ayer Shanon, hija de la esposa de Alfano, en la casa de la víctima, Renacimiento al 4200. A las 18 del viernes, desde el colegio al que concurren los hijos de Alfano avisaron que los niños no habían sido retirados por su padre, como solía hacerlo.

“El era un hombre muy dedicado a sus hijos, por lo que era por demás extraño que no los retirara de la escuela. Eso alertó a su mujer, que empezó a pensar que algo le podía haber pasado”, contó ayer un jefe policial. Shanon aseguró que su madre pasó por la casa del vecino. “Le mostró el papel que decía que lo había comprado”, dijo la joven, pero “de Walter no sabía nada”. La esposa de Alfano hizo la denuncia en la comisaría segunda de Los Polvorines, quienes actúan junto a la Jefatura Distrital local y la Subdivisión de Investigaciones de San Miguel.

Según las fuentes policiales, el auto de Alfano estaba estacionado a 80 metros de la casa de los supuestos compradores, cerrado con llave y sin ningún signo que despertara sospechas. Los agentes tomaron declaraciones a vecinos y familiares y como el hombre seguía sin aparecer, el domingo se hizo una inspección en la vivienda donde Alfano habría ido a vender su auto. El lugar estaba vacío. Tras relevar el terreno con perros adiestrados llegaron hasta un sector donde había tierra removida y la tapa de un pozo ciego. Cuando la levantaron, descubrieron el cadáver.

La víctima tenía un fuerte golpe en la cabeza y dos disparos, uno en el cráneo y otro en el abdomen, entre las costillas. Por orden del fiscal Fernando Cordas, la policía montó un operativo de búsqueda de los dos habitantes de la casa, Miguel Angel Ortega, de 51 años, y su hijo Brian. El primero fue detenido ayer por la mañana, cuando al parecer intentaba buscar asesoramiento legal; el segundo seguía prófugo anoche y para los investigadores fue el autor material del asesinato, aunque no tienen del todo claro cuál fue el móvil del crimen.

Si bien la familia de Alfano cree que el crimen se produjo cuando el hombre fue a vender el auto, a los investigadores les llama la atención que el supuesto comprador haya sido un joven de muy bajos recursos y que no sabe manejar. Una de las sospechas es que Alfano podría haber entregado el auto como pago de alguna deuda, aunque aún se investiga esta hipótesis. Los familiares insistieron en que Alfano, quien junto a su padre era socio en una empresa fumigadora, no conocía al comprador del auto.

“Ni ladrón ni delincuente sabe ser, se lleva a la persona para robarle y después de robarle la mata y la deja escondida en su casa, no tiene nada en la cabeza, es un tarado”, expresó el padre de la víctima, Víctor Alfano, un periodista jubilado. Ayer, el fiscal esperaba los resultados de la autopsia y de algunos peritajes antes de indagar al único detenido.