Una vez más, los abogados de parte de los imputados en el juicio por Marita Verón pidieron las absoluciones de sus defendidos. Ayer, durante la tercera jornada de alegatos en nombre de los acusados, el abogado Roberto Flores pidió al tribunal que absuelva a Gonzalo “Chenguita” Gómez –hijo de Irma “Mama Lili” Medina y mellizo de Fernando “Chenga”–, una “víctima del sistema perverso y de violencia institucional instaurado en esta causa”. A su turno, la defensora oficial Marta Toledo pidió al tribunal que absuelva al ex policía Pascual Andrada porque “no tenemos en claro de qué se lo acusa”. La ronda de alegatos, que ayer siguió hasta el mediodía, continuará esta mañana.

El defensor Flores procuró caracterizar al imputado Gómez como víctima de una acusación infundada. “No hay pruebas contra Gonzalo José Gómez”, aseveró. Por eso pidió que su cliente resulte absuelto, y que “la condena social no se transforme en una condena legal”. Chenguita es el mellizo de Fernando “Chenga” Gómez, a quien los testimonios señalan como quien convirtió a Marita en su mujer cuando ella estuvo esclavizada en un prostíbulo riojano, propiedad de los Medina-Gómez.

De acuerdo con su defensor, Chenguita fue víctima del ex comisario Miguel Angel “Chuchuy” Linares, quien lo detuvo en La Rioja sin tener una orden de detención. “Lo trajeron a Tucumán con agresiones físicas y psicológicas, típicas de las que dicen que usaba Linares”, dijo el abogado, quien agregó que ese ex policía “está ahora detenido por delitos de lesa humanidad” en el penal tucumano de Villa Urquiza. Su defendido, dijo más de una vez, sufrió “privación ilegal de la libertad”. “Con lo que he dicho y por la forma en que trajeron a Gonzalo Gómez a esta causa, el tribunal no puede hacer oídos sordos y tiene que absolverlo”. Gómez, dijo, “es víctima del sistema perverso y de violencia institucional instaurado en esta causa”. Poco antes, el abogado Flores también había protestado amargamente contra una afirmación del fiscal Carlos Sale, quien en su alegato recordó que un abogado frustró un allanamiento al filtrar la información previamente. “¿Usted cree que un abogado puede ser cómplice de un secuestro?”, preguntó –retóricamente, porque en los debates orales argentinos no existe diálogo sino exposición– el defensor de Gómez al presidente del tribunal.

Más temprano, la defensora oficial Toledo había pedido la absolución del ex policía Andrada porque “la acusación está basada en argumentos falaces”. El riojano Andrada había sido detenido en Tucumán por otra causa; al momento de su detención, llevaba consigo una libreta con información de mujeres vinculadas con la prostitución y dos giros postales a nombre de Paola “doña Patricia” Gaitán, otra de las imputadas. Por ello la abogada Toledo insistió en que Andrada fue injustamente imputado por “hechos genéricos” que “ni siquiera son indicios”.