La ciudad no pudo ayer desprenderse de las montañas de basura que seguían acumuladas en las calles de algunos barrios porteños y, a falta de soluciones operativas, la Justicia comenzó a investigar si hay responsabilidad de funcionarios, empresas o sindicalistas en la falta de recolección y las falencias registradas desde el fin de semana. Aunque desde el gobierno porteño aseguran que hoy estará normalizada la recolección y, si no hay inconvenientes adicionales, ya no habrá basura en las calles, la situación está lejos de resolverse: al ritmo que generan residuos la Ciudad de Buenos Aires y los municipios del conurbano, el relleno sanitario de la Ceamse cerrará en abril del año próximo y no hay prevista, por ahora, una extensión. “El colapso es consecuencia de un sistema obsoleto de rellenos que contaminan el suelo, es rechazado por las poblaciones y no ha sido aggiornado”, diagnosticó Eugenia Testa, directora política de Greenpeace.

La fiscal Penal y Contravencional Celsa Ramírez analizaba ayer citar a funcionarios del gobierno porteño, a directivos de las empresas de recolección de residuos y del sindicato de trabajadores de la Ceamse por supuestas violaciones al Código Contravencional en torno de la acumulación de basura en las calles. El fiscal general Martín Lapadú dijo a la agencia Télam que “lo que se busca es determinar las responsabilidades en torno de este hecho, independientemente de que se solucione o no el conflicto”. “Primero se determinará el objeto procesal y luego, en el período de 48 horas, comenzarán las citaciones que pueden ser en calidad de imputados”, advirtió Lapadú. Lo que se investiga son posibles violaciones a los artículos 54, 69 y 80 del Código Contravencional, respecto de arrojar sustancias insalubres en la calle, afectar el funcionamiento de un servicio público o manchar y ensuciar bienes públicos.

La basura seguía acumulada en varios barrios de la ciudad, en especial Palermo, Belgrano, Recoleta, Núñez y Colegiales. “Afecta más a la zona Norte por las dificultades logísticas en la estación de transferencia de Colegiales”, explicó a Página/12 el director de Limpieza de la Ciudad, Alberto Términe. En ese lugar se descargan los camiones recolectores y la basura compactada es llevada en transportes más grandes al relleno de José León Suárez. La otra estación de transferencia de Ceamse está en Pompeya.

Términe confirmó que “todas las rutas” de recolección “están operando” y estimó que “si la operatoria es normal, mañana (por hoy) al mediodía debería estar toda la basura recolectada”. El conflicto se inició el fin de semana, cuando los trabajadores de la Ceamse se declararon en estado de asamblea. Si bien no hubo paro, esto afectó la descarga y la recolección. Los trabajadores levantaron la medida el lunes a la noche, pero la situación no se normalizó y a los funcionarios porteños les llamaba la atención la demora. “En otras ocasiones el restablecimiento fue más rápido”, advirtió Términe. El ministro de Espacio Público y Ambiente, Diego Santilli, cuestionó que los trabajadores de la Ceamse “no piensan que con su medida afectaron la salud de 14 millones de personas”. Esa cartera implementó operativos de desinfección y control de plagas en los puntos de mayor acumulación de basura, para evitar la proliferación de cucarachas, moscas y roedores.

La Asociación Gremial de Obreros y Empleados de la Ceamse (Agoec) reclama por la fuente de trabajo de unos 1500 trabajadores del organismo, cuyo futuro es incierto: el relleno Norte III está a punto de colapsar y su cierre está previsto para abril o mayo del año próximo. El titular del gremio, Jorge Mancini, alineado con el dirigente camionero Hugo Moyano, advirtió que si no hay acuerdo para extender el relleno, en los próximos días podría decretarse una nueva medida de fuerza.

La raíz del conflicto es esencialmente política. La Ceamse es un organismo mixto integrado por la provincia de Buenos Aires y el Gobierno de la Ciudad. En muy pocos municipios del conurbano se aplican políticas de reducción de residuos y la Ciudad de Buenos Aires, lejos de cumplir con la Ley de Basura Cero, aumenta año a año la cantidad de basura que envía a los rellenos. La única solución para la Ceamse es ampliar la extensión del relleno a un terreno de Campo de Mayo, pero esa opción ha sido rechazada por los intendentes de San Martín, San Miguel y San Fernando. Otros municipios bonaerenses ya habían rechazado anteriormente ofertas para instalar en su territorio un relleno sanitario.

Así las cosas, la única opción sería reconvertir la Ceamse e impulsar políticas de separación de residuos, recuperación y reciclado, similares a las que está implementando la Municipalidad de La Plata. “El problema es que no hay una política de gestión de residuos en el Area Metropolitana. La Ciudad de Buenos Aires es la que está más obligada a implementar esas políticas, porque es la que lleva sus residuos a otra jurisdicción. Pero hasta ahora no ha hecho siquiera una campaña pública para la separación de residuos”, dice Testa, de Greenpeace. “A la gente le venden en los supermercados bolsas verdes y negras, pero no se le explica qué poner en cada una de ellas y luego dónde poner esas bolsas”, agregó.