SOCIEDAD › TRAS DIEZ MESES DE JUICIO, EL FALLO POR MARITA VERóN SERá EL MARTES 11
El tribunal tucumano que juzga a los acusados por la desaparición de la joven anunció que en una semana habrá sentencia. El caso es un emblema en la lucha contra la trata de personas. Ayer pronunciaron sus últimas palabras en el juicio cinco de los trece imputados.
En menos de una semana, la Justicia tucumana dictará sentencia en el juicio por Marita Verón. El martes próximo, a diez meses de iniciado el debate oral, y luego de dar la posibilidad de que los cuatro imputados que aún no lo han hecho dirijan al tribunal sus últimas palabras, los jueces resolverán sobre el destino de los trece imputados. Ayer, cinco de ellos, para quienes la fiscalía había pedido 12 años y medio de prisión por considerarlos partícipes secundarios del secuestro y el sometimiento a la prostitución de Verón, hablaron por última vez para insistir en su inocencia.
Ayer, al cabo de una audiencia brevísima, de alrededor de treinta minutos, el tribunal de la Sala II de la Cámara en lo Penal de Tucumán anunció que el martes 11 por la tarde leerán la sentencia. Por la mañana, Irma Medina, sus hijos José “Chenga” y Gonzalo “Chenguita” Gómez y Azucena Márquez tendrán oportunidad de decir sus últimas palabras a los jueces. Ambas instancias, como sucedió con el comienzo del juicio, los alegatos y las últimas palabras de los nueve imputados que ya hablaron, serán transmitidas al menos por Internet, por la agencia de noticias del Poder Judicial (www.cij.gov.ar).
Poco después de las 9 y en menos de media hora, cinco de los trece imputados pasaron rápidamente ante el micrófono para dirigirse a los jueces Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano. En primer lugar, el ex policía riojano Pascual Andrada aseguró que no conoció a Marita Verón, que ignora todo sobre el paradero o el derrotero de la mujer. “Soy inocente en este hecho que se me imputa”, aseguró, y por eso mismo, agregó, “reclamo justicia. Hace tres años y medio estuve preso por esta causa. Inocentemente. Nunca me voy a resignar a algo que no hice, algo que yo no he cometido.” Andrada, considerado por la fiscalía como partícipe secundario del secuestro y el sometimiento a la prostitución de Verón, podría enfrentar una pena de doce años y medio de prisión. Ayer, diferenciándose de algunos imputados que repasaron las evidencias para discutirlas y desacreditaron a testigos para criticar sus palabras, Andrada señaló que no indicaría a los jueces “que manejen una situación, otra, una hipótesis que no se ha ido, que se ha ido, a dónde está Marita Verón o qué ha hecho. Desconozco totalmente”. “Les pido que hagan justicia porque soy inocente en esta causa”, reiteró.
Luego, el imputado Juan Humberto Derobertis, ex encargado del prostíbulo riojano El Desafío, al que se refirió como “whiskería”, también clamó inocencia. Acusado de partícipe secundario y también con un pedido de pena de doce años y medio de prisión por parte de la fiscalía, Derobertis aseguró que es “inocente” y no conoció a Marita Verón. “Estuve en Tucumán muchas veces, pero ajeno a lo que se me imputa”, aseguró, al explicar que sus viajes estaban motivados “por trabajos personales”. Si trabajó en el prostíbulo (la “whiskería”) El Desafío –donde testigos narraron haber visto a Verón–, explicó, fue “como circunstancia de la vida”, porque “nadie me daba trabajo, ¿por qué?, porque era un ex presidiario y nadie entiende nada. Entiende nada más que uno ha estado en la cárcel”. También Carlos Luna, acusado por la fiscalía en los mismos términos que los demás imputados que hablaron ayer, aseguró que no conocía a Verón, que “sólo por fotos” sabía de su existencia.
La imputada Paola Gaitán, esposa de Luna y sindicada por testimonios como encargada de un prostíbulo bajo el nombre de “doña Patricia”, dijo que no sabía “nada” del caso. “Soy inocente de lo que se me acusa, que en todo este tiempo de proceso tuve que dejar a mis hijos para venir acá”, dijo la mujer, también considerada partícipe secundaria por la fiscalía. “Nada más. Lo único que espero es que se haga justicia y que sé que soy inocente”. Sobre el final, Mariana Bustos, mujer de José “Chenga” Gómez y también considerada partícipe secundaria por la fiscalía (que pidió para ella doce años y medio de prisión), lloró. “Quisiera decir muchas cosas, pero no puedo”, comenzó, antes de señalar que el proceso dañó a su familia. “Tengo un hijo que el jueves intentó cortarse las venas, porque en la calle le dicen que el padre es un asesino. Le dicen ‘lacrita’”, se lamentó antes de recordar que Susana Trimarco, madre de Marita Verón, “dice que somos lacras”. Bustos también dijo que “a Marita Verón jamás la vi, únicamente cuando (el comisario Jorge) Tobar me mostraba la foto”. “Me declaro inocente de todo lo que se me acusa”, afirmó.
El martes próximo, por la mañana, podrán decir sus últimas palabras los imputados José “Chenga” y Gonzalo “Chenguita” Gómez, su madre Irma Medina (considerados partícipes necesarios por la fiscalía, que pidió para ellos 25 años de prisión) y María Azucena Márquez (“doña Claudia”, ex encargada del prostíbulo El Desafío), considerada partícipe secundaria y con doce años y medio de prisión pedidos por la fiscalía.
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