Por apenas unos centímetros de azar, un federal de la Comisaría 42ª de Lugano, que viajaba en colectivo sin uniforme, no pasó de ser presunto héroe con errores, a doble o triple homicida (si no víctima), después de disparar en una lata de sardinas de 11x3, como es el interior de un colectivo, a dos ladrones que intentaban asaltar a los pasajeros, bajo la premisa de que es más importante tirar primero que perseguir después. En total fueron disparados once tiros, a razón de una bala cada tres metros cuadrados. Más de la mitad (seis) impactaron. Cuatro en uno de los asaltantes, y dos en dos pasajeros.

El intento de robo de bolsos, tal vez alguna billetera despoblada, tuvo lugar ayer a las 5 de la mañana, horario en que los colectivos no transportan caudales (tampoco lo justificaría) sino gente que va al trabajo. Ocurrió en el interno 49 de la línea 80, cuando se trasladaba por el cruce de Eva Perón y Lisandro de la Torre, en Mataderos. Dos hombres subieron, aparentemente uno de ellos intentó pagar con una tarjeta SUBE mientras que el otro se dirigió hacia el fondo. Según declararon los pasajeros a la policía, el hombre que estaba por pagar los viajes simuló no tener saldo en su tarjeta, se acercó a su compañero para supuestamente pedirle plata, y luego volvió hacia donde estaba el conductor, momento en el cual comenzó el asalto. El chofer dijo a una radio que “escuché gritos de una persona a la que le querían sacar una mochila. Un policía vestido con ropas de civil se identificó y dio la voz de alto. De inmediato se inició un tiroteo”. Los dos ladrones bajaron, pero uno de ellos se desplomó poco después, con cuatro heridas de bala y fue internado de gravedad en el Santojanni. Una bala atravesó el brazo de un pasajero y una mujer sufrió un roce tal vez de otra, ambos estaban fuera de peligro.

De ser cierta la versión sin confirmar de la agencia DyN, viajaban en el colectivo 30 pasajeros, incluido el policía, que sumados al chofer y los dos asaltantes hacen una densidad de una persona por metro cuadrado. La respuesta armada de policías de franco vuelve al centro del debate sin mucho debate ya que, en esta ocasión, azarosamente, no hubo que lamentar muertes.

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