SOCIEDAD
Con leptospirosis, Lole somatiza por la peor crisis de su carrera
La mala racha de Reutemann continúa: venía deprimido y se contagió el mal que recrudeció con las aguas. Postergan la cita con Kirchner.
› Por Carlos Rodríguez
Entre los casos de leptospirosis, el suyo es el 112, es decir que estuvo a punto de sellar, hasta en el número, su mala suerte. Esa que se instaló el 29 de abril, con la gran inundación. El enfermo 112 es el gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, quien desde hace unos días, según admiten sus allegados, venía golpeado por una “fuerte depresión” y ahora, por segunda vez, tuvo que suspenderse la visita a la provincia del presidente Néstor Kirchner. Los dos están distanciados por las elecciones nacionales, en las que Lole quedó atrapado por el “abrazo del oso” público que le dio Carlos Menem, al que muchos adjudican, insidiosos, la mala racha que viene cargando desde entonces el gobernador. Ahora, a poco de las elecciones provinciales del 7 de septiembre, en las que se presentaría como candidato a senador nacional, Reutemann está enfermo, solo y golpeado porque llega al final de su mandato en medio de la peor crisis de su carrera política.
La enfermedad de Reutemann fue ayer el tema del día en Santa Fe. El viceministro de Salud, Daniel Tardivo, confirmó la noticia: “Es una forma leve de leptospirosis y no tiene sintomatología clínica más allá de una cefalea esporádica vespertina”. Tardivo aclaró que Lole “deberá guardar reposo alrededor de tres días”, lo que obliga a postergar la visita de Kirchner, que se iba a concretar a mediados de semana. El primer fallido encuentro fue el martes 27 de mayo, día en el que Kirchner había viajado a Paraná para intervenir personalmente en el conflicto docente.
Allegados al Presidente se comunicaron con voceros de Reutemann y expresaron la voluntad de Kirchner de ir a Santa Fe, pero la respuesta fue que el gobernador “estaba enfermo”. La semana pasada, luego de que arreciaran las protestas de los inundados, que incluyeron insultos y acusaciones contra Lole, se dijo que había tenido que retirarse de la Casa Gris porque presentaba “un cuadro gripal”. Ayer, Tardivo hizo saber que todo había comenzado con “un estado seudogripal, con mialgias y cefaleas”, hasta que finalmente dos análisis determinaron que se trataba de una leptospirosis.
La prensa santafesina recordó que el ministro de Salud, Fernando Bondesío, le había suministrado una dosis de tres pastillas para prevenir el contagio de la enfermedad, teniendo en cuenta que el gobernador “se mete mucho en lugares riesgosos”, aludiendo a las visitas que realizó a los centros de evacuados y a los barrios afectados por la inundación. Tardivo confirmó que se intentó prevenir el contagio y estimó que “tal vez eso permitió que se trate de una leptospirosis leve”. La leptospirosis es una enfermedad infecciosa que afecta el hígado y otros órganos, y que se transmite al ingerir alimentos sólidos o líquidos contaminados.
Los comentarios de la prensa santafesina, y el público en general, ponían en duda el tipo de enfermedad que afecta a Lole. “Está muy deprimido porque no quería terminar así su mandato”, reconoció ayer a Página/12 un funcionario, más allá del parte oficial. Muchos creen que el gobernador está somatizando la crisis. Al comienzo de la gran inundación, muchos afectados, sobre todo los de condición humilde, rescataron la presencia de Reutemann en las zonas inundadas, más allá de la responsabilidad que le podría caber en el desastre. Ese apoyo ha comenzado a revertirse y eso quedó evidenciado el viernes pasado, durante una marcha frente a la gobernación.
“¡Que entienda el gobernador que no nos sirve un administrativo que cobra impuestos y paga sueldos! ¡Necesitamos soluciones para la gente afectada! ¡Necesitamos un gobernador que sepa lo que tiene que hacer, si no que se vaya!” “¿Sabés cómo humillan a la gente? ¡Con planes sociales! Lo que tiene que hacer el gobernador es dejarse de romper las pelotas con la campaña para senador. Y ponerse los huevos como corresponde y solucionar el problema del pueblo. Ese pueblo es el que lo votó a él.” Las dos frases, dichas a los gritos por dos afectados, fueron recogidas por Rosario/12 en la marcha que se hizo el viernes frente a la Casa Gris. Los cortes de calles y las manifestaciones son cada vez más frecuentes y los reclamos cada vez más vehementes. La modalidad de las marchas frente a la sede gubernamental, organizadas por la Federación Santafesina de Entidades Vecinales, incluye la instalación de una radio abierta. Los damnificados toman el micrófono, de a uno por vez, y hacen un relato detallado sobre las pérdidas que sufrieron. Son tan terribles que en la última marcha se vio llorar a muchos de los policías que custodiaban la sede gubernamental. “La gente está desesperada y la desesperación es peligrosa”, advirtió Eugenio Acosta, titular de la Federación.
Los vecinos rodearon la Casa Gris y cerraron todas las salidas. Reutemann nunca vivió una protesta semejante y su estado de ánimo decayó visiblemente, admiten sus allegados. Para descomprimir la situación, el ministro de Gobierno, Carlos Carranza, confirmó ayer que se dará un subsidio de 1200 pesos, por única vez, a cada familia afectada. Esto comprendería a unas 28.000 familias, pero los afectados consideran que no es suficiente y reclaman una indemnización por el total de las pérdidas.
Atosigado, Reutemann se enfermó otra vez. El año pasado tuvo dos operaciones, una en Estados Unidos y otra en Rosario, por un problema cervical y por el tendón de Aquiles. Después lo internaron dos veces por los divertículos. Cada una de las nanas coincidió siempre con alguna crisis política. Y ahora llegó la leptospirosis, una enfermedad acorde con las actuales circunstancias.