La Justicia porteña declaró ilegítimas las Unidades de Atención Ciudadana, oficinas creadas por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, que funcionan como una suerte de organismos paralelos a las juntas comunales votadas en las últimas elecciones de 2011. A partir de esta resolución, la oposición porteña reclama a los funcionarios que se adecuen al fallo, pero el Ejecutivo anunció anoche que apelará la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad.

El jueves pasado, la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo falló a favor de un amparo presentado por los legisladores Rafael Gentili, Jorge Selser (ambos de Proyecto Sur) y María Elena Naddeo (Frente Progresista Popular) que reclamaba dejar sin efecto el decreto Nº 376/2011 porque recreaba los viejos CGP denominándolos como Unidades de Atención Ciudadana (UAC), en contra de lo establecido en la Constitución de la Ciudad y la ley 1777 de Comunas.

De acuerdo con aquel decreto, en las UAC se realizan los trámites administrativos y atención vecinal que antes hacían los CGP, pero en lugar de depender de las juntas comunales, responden al Ejecutivo. De acuerdo con la presentación de los legisladores, los UAC avanzaban en funciones que eran propias de las comunas y que se superponen con los de la junta comunal. Además, en algunos casos ocupan el mismo espacio físico.

Según la diputada Naddeo, la creación de las UAC el 8 de julio de 2011, dos días antes de las elecciones en la Ciudad, obedeció a que desde el PRO ya vislumbraban la conformación de las juntas comunales donde también tendrían representación entre sus siete miembros el Frente para la Victoria y Proyecto Sur. “Cuando vieron que las juntas comunales eran una realidad, con autoridades electas, el PRO trató de minar ese poder y crearon las UAC con 15 gerentes, presupuesto y personal para administrar los centros de gestión y supervisar las quejas. De esta forma, las unidades funcionaron en forma paralela a las juntas que asumieron en diciembre de 2011. A los comuneros les dieron sólo una oficina, poco presupuesto y poco personal. La idea era desdibujar las comunas”, explicó.

Por su parte, Gentili opinó que Macri no cree “en la gestión pública”. El funcionamiento de las UAC depende de la Secretaría de Atención Ciudadana, a cargo de Eduardo Macchiavelli. “Estamos convencidos de que las comunas mejoran la democracia, la gestión de gobierno y la vida de la gente”, agregó Gentili. “Hay que avanzar en un presupuesto propio para las juntas”, opinó Naddeo.

Gentili adelantó que pedirá la citación de Macchiavelli a la Legislatura, y anunció que en las comunas la oposición impulsará el tratamiento de un proyecto para asumir las funciones de las unidades ahora declaradas ilegítimas. “La idea es que las juntas asuman sus competencias. Esto se va a tratar esta semana. Claro está que hay más posibilidades de que se trate en las comunas en que no hay mayoría del PRO, que son la 5, 8, 9, 15 y 3”, puntualizó.

“Con las comunas en funcionamiento, Macri se va a tener que poner los pantalones y empezar a gobernar como si tuviera una gobernación y no una municipalidad. Va a tener que consultar a la ciudadanía, pero no a través de encuestas, sino a través de la democracia participativa en casos como el del metrobús de la 9 de Julio o las rejas de Parque Centenario, y ganar o perder. Macri no tiene que ocuparse de las veredas y el bacheo, se tiene que ocupar de temas de gobernador y no de intendente”, concluyó el legislador.

Las comunas fueron creadas para descentralizar los servicios de la Ciudad y recibir las competencias centralizadas del gobierno porteño a modo de federalismo urbano.

Informe: María Julieta Rumi.