En el partido de San Martín, la estrategia para retornar los chicos a la escuela empieza bajando del estrado y haciendo cuerpo a cuerpo con los propios pibes, su entorno y sus problemas. Así lo está haciendo Gabriel Katopodis, intendente de una de las jurisdicciones más pobladas del conurbano. El miércoles pasado, el jefe comunal lanzó el programa Volvé a la escuela. Te esperamos en una reunión con 200 chicos que habían abandonado los estudios el año anterior.

El programa no se inició en el acto de lanzamiento mismo, sino que llevó un verano de análisis y preparación. Primero, Katopodis recolectó los nombres de todos los chicos que el año anterior habían abandonado la escuela, que resultaron alrededor de 300. Coordinó con el Correo el envío de una carta a cada uno de ellos, firmada por él mismo, en la que los convocaba, trataba de tentarlos, de abrirles una puerta, pero fundamentalmente llevaba su firma, el intendente mismo que los convocaba. Casa por casa, en calles asfaltadas, de tierra, en villas o barrios, cada pibe recibió su carta.

Esta semana convocó a los inspectores de escuela, a las directoras y también a los convocados, los alumnos. Alrededor de 200 respondieron. No todos chicos, “algunas madres llegaron con la carta en la mano, muy entusiasmadas y dispuestas a que su hijo volviera a la escuela”, dijo Katopodis a Página/12. También muchas alumnas madres, con sus bebés en brazos, como síntoma de parte del problema del abandono.

Para que el programa tuviera sentido, además, debía sostenerlo. “Quiero armar una red que sostenga la vuelta de los pibes –explicó Katopodis–. Un tutor está a cargo de un grupo de veinte pibes y tiene la tarea de mantenerlos activos, con ganas de asistir, ser un referente permanente y transmitir de inmediato si hay señales de abandono. No es lo mismo detectar un abandono de dos o tres días que de seis meses. La deserción escolar es una costumbre, ya no llama la atención, está naturalizada. Y hay que desnaturalizarla. Generamos una red que nos alerta si hay un abandono. Si un chico deja la escuela queremos que alrededor se sorprendan, que el barrio se alarme.”

Para esto, Katopodis reunió diferentes espacios de los barrios que por una cuestión u otra pueden acceder a contactar a los pibes. Uno es el club de barrio. “La categoría infantil no continúa en los clubes de barrio, se interrumpe y a esa edad se quedan sin club. Estamos conversando para que el fútbol de salón, que tiene categorías desde los 14 años, pueda incluirlos”, explicó el intendente.

Continuando con el plan, mañana mantendrá una reunión con doce pastores evangélicos. “Pondrán a disposición todos sus contactos en los barrios y las villas para ayudar en la tarea. También se distribuyeron carteles en los comedores barriales, en los almacenes, en los comercios, en las bibliotecas y los centros de atención primaria de la salud.”

El lanzamiento, el miércoles pasado, se realizó en la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos. “Si un chico no tiene la secundaria completa –dijo Katopodis–, probablemente se le cierren las puertas. Por eso, queremos que tengan las herramientas y los instrumentos para encarar la vida adulta y que puedan defenderse, crecer y desarrollarse plenamente. Queremos caminar cada barrio, detectar a aquellos jóvenes que dejaron la escuela y entender por qué lo hicieron; queremos, también, hablar con todas las instituciones que son los puentes que tenemos para que los chicos puedan volver. Estamos trabajando muy fuerte con la Nación y la provincia de Buenos Aires para revertir esta situación de exclusión”, concluyó Katopodis. Del encuentro también participaron la directora general de Educación de San Martín, Silvia Kesler; el director de Educación, Gustavo Perazzo; el presidente del Consejo Escolar, Matías Pérez; la jefa distrital, Alejandra Guzmán, e inspectores del nivel secundario.