SOCIEDAD › PROCESAN E INHABILITAN A RUBEN DARIO BOTTA POR LA MUERTE DE LEONELA
El juez consideró que el conductor tuvo un shock hipoglucémico al momento del accidente en la avenida Santa Fe, pero lo procesó igual porque ese día no había cumplido con la prescripción médica para evitar el cuadro. Fue imputado por homicidio culposo y lesiones.
El juez de instrucción Alberto Baños procesó por homicidio y lesiones culposas a Rubén Darío Botta, el taxista que hace un mes mató a Leonela Noble cuando perdió el control de su vehículo y atropelló a seis personas sobre la avenida Santa Fe, en el barrio porteño de Recoleta.
El magistrado dictó el procesamiento, sin prisión preventiva, por los delitos de “homicidio culposo” y “lesiones” y, por lo tanto, el conductor permanecerá excarcelado, aunque se resolvió prohibir que siga conduciendo.
La resolución judicial llegó justo al cumplirse un mes de la tragedia que le costó la vida a Leonela Noble y luego de que el taxista declarara en una indagatoria que había omitido decir que era diabético cuando solicitó la licencia profesional de conducir.
En el auto de procesamiento, el juez Baños da por probado que Botta tuvo un “cuadro de hipoglucemia que en principio motivó una falta de dominación consciente en el manejo y luego el descontrol del bólido que embistió cosas y personas”. Sin embargo, el magistrado aclara: “El reproche se asienta en la evidencia de un accionar imprudente que lo advierto desplegado con anterioridad al inicio de la mecánica propia de la circulación del rodado”. “El imputado Rubén Darío Botta actuó de manera imprudente infringiendo el deber de cuidado que le era exigible al no haber cumplido, el día del fatal evento, con las pautas e indicaciones referentes a la educación diabetológica impuesta por su médica de cabecera, esto en cabal conocimiento de la enfermedad que padece, diabetes mellitus tipo 1 e insulinodependiente, y asumir, en dichas condiciones, la conducción de un vehículo de pasajeros”, señala. Para Baños, el taxista “no llevó a cabo un correcto control de la glucemia, al no tener en su poder –ni en el interior del taxi que conducía– el aparato medidor de glucemia, que hubiese permitido un adecuado automonitoreo glucémico”.
El juez sostuvo que el imputado “no asumió ese día, para la conducción de un vehículo de transporte público de pasajeros, los cuidados necesarios”. Y luego destacó que en la causa se determinó que “la licencia que oportunamente le fuera otorgada lo fue en contravención a la normativa emanada de la Ley Nacional de Tránsito y las normas reglamentarias que rigen en el ámbito del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”. En este punto, Baños precisó que en la última renovación que hizo de su registro profesional –el 26 de octubre de 2012, ante la Dirección General de Licencias porteña–, “el imputado ocultó su condición de diabético, insulinodependiente, información esta última que debía haberla brindado al médico examinante”.
El accidente fatal ocurrió el 29 de enero, cuando el taxi Ford Focus conducido por Botta transitaba a gran velocidad por avenida Santa Fe y en cercanías de la calle Montevideo embistió una moto, chocó con un colectivo de la línea 152 y pasó a circular en contramano por los carriles que van hacia la avenida 9 de Julio.
Según quedó grabado en las cámaras de seguridad de la Policía Metropolitana, el Focus embistió a otro taxi, un Chevrolet Corsa, que cruzaba Santa Fe por Montevideo, y colisionó con un tercer taxi, un Volkswagen Suran. Por la calle caminaba Leonela Noble, una joven de 22 años que había salido de su trabajo en un consultorio médico para cobrar un cheque en el banco. La chica fue embestida por el automóvil y murió en el lugar, mientras que otras seis personas atropelladas sufrieron politraumatismos. La gente que estaba en el lugar comenzó a golpear al taxista que protagonizó el accidente y tuvo que ser rescatado por los médicos del SAME para que no lo lincharan.
El taxista sostuvo que perdió conciencia de todo lo que ocurrió y que sólo recuerda cuando un rato antes del accidente circulaba por avenida Libertador y Tagle, a unas 30 cuadras de donde sucedió la tragedia.
Estuvo internado en condición de detenido hasta que el 13 de febrero el juez Baños dictó su excarcelación, sobre la base de los informes de los peritos médicos que confirmaron que sufrió un shock hipoglucémico al momento del hecho.
No obstante, la Cámara en lo Criminal tiene pendiente un planteo de apelación de la fiscal María Paula Asaro por la excarcelación que se le concedió al implicado por considerarla prematura.
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