La ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, resolvió la semana pasada iniciar una investigación sumaria y pasar a disponibilidad preventiva a personal de Inteligencia de la Policía Federal Argentina para contribuir a esclarecer si las tareas que realizaba están comprendidas o no dentro de las funciones asignadas a la fuerza por la Ley de Inteligencia.

Luego de la denuncia que efectuaron integrantes de la Agencia Rodolfo Walsh al Ministerio de Seguridad, el viernes 3 de mayo la ministra Garré requirió un informe urgente al jefe de la Policía Federal sobre las tareas que desempeñaba Américo Alejandro Balbuena y otros efectivos del área de reunión de información.

La titular de la cartera de Seguridad recogió la inquietud manifestada y reiteró que las unidades de las fuerzas policiales y de seguridad encargadas de reunir la información necesaria para disponer procedimientos para la protección de los ciudadanos deben ajustarse en todos los casos a lo que indica la ley.

Por ese motivo, en simultáneo Garré ordenó a la PFA el pase a disponibilidad del efectivo en cuestión y la apertura de un sumario administrativo.

Según denunciaron, Balbuena, oficial de Inteligencia de la Policía Federal, ingresó a la Agencia Walsh en 2002 como responsable de la agenda política, aunque presuntamente efectuaba actividades de espionaje.