SOCIEDAD
› PROYECTO CONJUNTO ENTRE EMPRESARIOS Y EL GOBIERNO PORTEÑO
Una sociedad para mejorar el Abasto
La iniciativa apunta a promover al barrio como un polo cultural y turístico. La principal demanda empresaria es la seguridad.
› Por Eduardo Videla
Por primera vez, los empresarios del Abasto –desde los pequeños hasta los más poderosos– se juntaron para asociarse con el Estado porteño. Buscan potenciar el desarrollo del barrio, en especial en el plano cultural y turístico. Pero la demanda privada tiene un denominador común: la necesidad de reforzar la seguridad en el barrio, como condición para que prospere cualquier emprendimiento comercial e, incluso, cultural. “La idea es eliminar esa sensación de miedo de venir al Abasto que tiene la gente”, dice Victoria Eppinger, propietaria de uno de los quince teatros independientes de la zona. El reclamo coincide con el que formula la Fundación Konex, flamante vecina del Abasto, que proyecta construir un gran centro cultural. Para atender esa demanda, debutarán en el barrio -como adelantó este diario– los Contratos de Seguridad Local, un acuerdo entre la ciudad y la nación para reforzar el trabajo de la Policía Federal.
El emprendimiento se llama “Cultura Abasto” y consiste en una alianza entre el sector público y el privado para mejorar el barrio. O, mejor dicho, terminar el ciclo de revitalización que se inició hace unos años, con la construcción del Shopping Abasto. A partir de entonces, el barrio fue transitando desde el abandono hasta convertirse en un centro de atracción turística de Buenos Aires. La transición no ha terminado: por eso, los locales de tango dirigidos al turismo de clase media alta conviven con las casas abandonadas, con balcones a punto de derrumbarse y a veces intrusadas por familias sin techo.
El lanzamiento del proyecto se hizo en el Abasto Plaza Hotel, en Corrientes y Anchorena, con la presencia del jefe de gobierno, Aníbal Ibarra. El vocero de los privados fue el presidente de la Fundación Konex, Luis Ovsejevich, quien exhortó a las partes a continuar con el proyecto, más allá de los resultados electorales de agosto próximo. Su proyecto –la remodelación de una fábrica abandonada sobre la calle Jean Jaures al 300, para albergar un ambicioso emprendimiento denominado Ciudad Cultural Konex– comenzará a ejecutarse en 2004, pero para entonces la Fundación quiere resolver los problemas más graves que afectan al barrio. “Si los proyectos comienzan a fracasar por el tema seguridad, va a costar mucho revertirlos”, advirtió Ovsejevich.
Los directores de las salas teatrales advierten, por ejemplo, sobre robos de pasacassettes en autos estacionados o arrebatos en la vía pública, a la salida del teatro, como los problemas que afligen a la zona, “aunque últimamente la situación ha mejorado, porque hay más patrullaje”, dice Eppinger, dueña del Ombligo de la Luna.
En el gobierno porteño apuestan, por un lado, a ampliar la “red vecinal”, que ya funciona con los vecinos de Jean Jaures, entre Corrientes y Zelaya, que combina un sistema de cooperación barrial con un refuerzo del patrullaje. La mayor presencia policial se corresponde con el primer “contrato de seguridad local” que el gobierno porteño firmará con la Nación. “Pero también prevé coordinar esfuerzos entre los servicios regulares de la policía con los adicionales y el personal de seguridad privada pagados por las empresas”, dijo a este diario el director de Prevención del Delito, Claudio Suárez.
Pero no todo es seguridad en el proyecto Cultura Abasto. La Secretaría de Desarrollo Económico lanzó un programa de créditos de 6000 pesos para microemprendedores, a tasa cero; otra línea de hasta 50 mil pesos para empresas nuevas o en formación, con tasas del 10 por ciento anual, y subsidios de hasta 20 mil pesos para financiar hasta el 70 por ciento de emprendimientos comerciales, como bares temáticos o locales de venta de ropa de tango, por ejemplo.
En el lanzamiento del programa estuvieron desde Eduardo Epstein, presidente de IRSA –el grupo propietario del shopping Abasto y gestor de varios emprendimientos inmobiliarios–, hasta la actriz Dora Baret, directora del Actors Studio Complex, incluyendo a los responsables delHoyts Cinema del Abasto y del restaurant tanguero Esquina Carlos Gardel. A esas atracciones culturales se suma el flamante Museo Casa Carlos Gardel, el Paseo del Tango –en formación– que aspira a concentrar en el Pasaje que lleva el nombre del Zorzal a una veintena de artesanos que ofrecen productos vinculados con la música ciudadana. En el barrio funcionan además, desde hace una semanas, los dos conservatorios de música de la ciudad.
Mirando hacia el futuro, al proyecto de la Konex se agregan emprendimientos urbanos como el Corredor Verde del Oeste, que en su primera etapa prevé construir un parque sobre la traza del ex Ferrocarril Sarmiento, entre Sánchez de Bustamante y Gascón, una de las zonas más degradadas del barrio. O el Parque de la Estación Norte, en los galpones ferroviarios que están sobre Perón, entre Anchorena y Sánchez de Bustamante. O un Paseo de Arte en el Pasaje Zelaya, entre Jean Jaures y Agüero.
Por ahora, el gobierno atenderá necesidades más urgentes, como reforzar la iluminación en los sectores más oscuros del barrio. “Tal vez así podamos revertir esa imagen que dan algunas agencias de turismo, cuando recomiendan no venir al Abasto porque no es seguro”, confía Enrique Klein, dueño del Plaza Hotel.