“¿Cómo hago para que el entrevistado no se ofenda con las preguntas?” “¿Por dónde empezamos a investigar el tema de los adolescentes y la noche porteña?” “¿Está bien que demos nuestra opinión en la nota?” “Llamamos mil veces a la fuente que queremos entrevistar para preguntarle por el trabajo infantil y no nos contesta, ¿qué hacemos?” Estas fueron algunas de las decenas de preguntas que los alumnos de primero y segundo año de todas las escuelas secundarias públicas de la ciudad de Buenos Aires formularon a los periodistas Martín Granovsky (Página/12) y Jorge Palomar (La Nación) en el marco del programa Periodistas por un Día, que impulsan conjuntamente la Secretaría de Educación porteña y las empresas periodísticas de la ciudad.
Desde abril, quince mil alumnos de 120 escuelas medias de Buenos Aires están investigando un tema que les preocupa. Ocho de estos trabajos, seleccionados por un jurado integrado por todos los diarios, se publicarán el mismo domingo de diciembre en todos los medios gráficos de Buenos Aires. El encuentro realizado ayer en la Sociedad Distribuidora de Diarios permitió a los adolescentes de 13 y 14 años preguntarles a periodistas profesionales sobre las dudas que les genera su investigación.
“Si una fuente no les contesta –respondió Granovsky– tienen dos alternativas. La primera es contarles que la nota será publicada en ocho diarios de la ciudad. La segunda –continuó– es decirles que el artículo va a aclarar que, pese a haber intentado hablar con ellos varias veces, nadie quiso responder.”
Muchas preguntas de los alumnos giraron en torno de cómo definir un tema “para no irse por las ramas”. “En este caso –aclaró Palomar– lo mejor es tener presente el tema central y dejar para recuadros los temas que deriven de la preocupación principal.”
Los adolescentes de la ciudad de Buenos Aires, representativos de todos los barrios porteños, están preocupados por los temas más diversos. Algunos de carácter adolescente como “los piercings y los tatuajes”, “Los patovicas” y “La violencia en los boliches”. Otros se interesaron por temas sociales como “la gente que vive en la calle”, “el trabajo infantil” y “la vida en los conventillos”. Otros mencionaron temas políticos, como “los 20 años de la democracia”.
Los chicos preguntaron durante una hora. “¿Cómo conseguimos una entrevista?” “¿Las fotos las sacamos nosotros?” “¿Qué le pega más a la gente, las cifras o las historias de vida?” Y podían seguir. Casi en el cierre, Granovsky dio un último consejo: “Cuenten historias, no hagan informes ni monografías. Piensen si lo que escriben les interesa a ustedes, porque sólo así les va a interesar a los lectores. Y, sobre todo, mátense. Porque así es el trabajo de periodista. Diviértanse y mátense”.
Con estos consejos, más de 300 adolescentes de la ciudad abandonaron la sala para seguir trabajando en su investigación..