SOCIEDAD › CRECE LA HIPOTESIS DE QUE EL O LOS ASESINOS ERAN CONOCIDOS DE ANGELES RAWSON
Los investigadores apuntan a que la chica estuvo en la casa luego de la clase de educación física, aunque desde la fiscalía sostienen que no se puede confirmar “ciento por ciento”. “Todavía no hay suficientes pruebas como para imputar a alguien y menos de la familia”, explican.
La principal hipótesis de la fiscal Paula Asaro, que investiga el asesinato de Angeles Rawson, es que a esta joven la ahorcó alguien que la conocía, ya que no había en su cuerpo lesiones ni signos de violencia. Ayer, trascendió que una mochila, una zapatilla y algunos videos de seguridad serían la prueba contundente de que Rawson, cuyo cadáver fue hallado el martes en un predio bonaerense de la Ceamse, estuvo en su casa el lunes pasado. Sin embargo, en la fiscalía sostienen que aún no hay una certeza absoluta sobre este hecho. “Tenemos una cámara que muestra a Angeles caminando en dirección a su casa a solo cien metros de ahí”, confirmó una fuente de la investigación. “La causa comienza a direccionarse hacia su entorno, pero todavía no hay suficientes pruebas como para imputar a alguien y menos de la familia”, agregó la fuente consultada.
Mientras se continuaban buscando pruebas y los familiares y amigos le daban el último adiós a la víctima, inhumada en el cementerio privado Jardín de Paz, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas, ayer un cartonero acercó a la comisaría 36ª un cuaderno de comunicaciones de Angeles. El hombre dijo haberlo encontrado tirado en la General Paz y Panamericana, en la mano que va hacia el Riachuelo, muy lejos de la casa de la joven. Fuentes de la fiscalía dijeron que este hecho es un claro intento de desviar la investigación y entorpecerla.
Las cámaras de seguridad tomaron más protagonismo ayer: la que más cerca muestra a la joven de 16 años de su casa está ubicada en el edificio de Ravignani 2330, donde su familia alquila una cochera y una baulera: se la ve ir en dirección a su departamento pero no irse. “Pudo haber salido para el otro lado, quizá para encontrarse con alguien, y esa cámara no la pudo haber tomado”, admitió un investigador. A pedido de la fiscal Asaro, ayer la policía buscó por la mañana nuevas cámaras 300 metros a la redonda del departamento que pudieran haber captado los pasos de Angeles.
“Hay muchísimas horas de video sin ver aún, pero sí fue completado casi todo el itinerario desde el campo de deportes lindero a la Ceamse y la casa de ella, pero ninguna cámara capta el momento de la entrada, es decir, también pudo haber sido secuestrada en la puerta. Al menos cabe la posibilidad”, comentó una fuente judicial. Otras pruebas pendientes e importantes son las relacionadas con la actividad del celular de la víctima, que no fue hallado, y los hisopados realizados en la zona genital en busca de posibles fluidos.
Respecto de la zapatilla, una fuente de la investigación confirmó el anticipo de este diario: que la víctima se cambió el calzado con el que había concurrido a la clase de educación física en un predio lindero a la Ceamse, en el barrio porteño de Colegiales. El cadáver, según esta fuente, tenía colocada una sola zapatilla color negro. Tanto la madre de la joven como sus compañeras de la escuela Virgen del Valle dijeron que llevaba un par de tenis blancas. Además, varios testimonios de sus compañeras indicarían que Rawson fue al predio donde hacía gimnasia con un morral y éste sería el mismo que los investigadores tomaron de la casa de la víctima.
En la fiscalía no confirman ni niegan estos trascendidos, debido a que se estableció un secreto de sumario el miércoles pasado. Estas versiones también incluyen entre los materiales secuestrados en la casa (computadoras, cuadernos y una sábana), bolsas de supermercado como la que tenía colocada el cadáver en la cabeza y al parecer también en los pies. Ante estos y otros datos en circulación, Sergio Opatowski, el marido de la madre de Angeles, dijo ayer por la madrugada que sintió el allanamiento al departamento “como una gran invasión” y también negó rotundamente que la joven haya vuelto a la casa.
“Yo estuve con mi hija a las ocho de la mañana, desayuné con ella, nos despedimos, yo me fui antes y ella se quedó porque salía un poquito más tarde y eso fue lo último. No volvió a la casa”, afirmó Opatowski. Luego aseguró que la sábana manchada que se llevó la policía la usaba su hijo: “Y se la llevaron porque en febrero lo operaron de una fístula en la cola y por ahí quedó una manchita de sangre. Nada que ver con esto”.
Según fuentes de la investigación, entre los resultados de laboratorio que espera la fiscal, están los análisis sobre los objetos peritados para encontrar rastros genéticos: hilo sisal con el que la víctima fue estrangulada y atada de pies, el uniforme de gimnasia escolar que tenía colocado, su ropa interior y un cabello adherido a una de sus uñas que podría contener ADN. Además, se aguardan los estudios complementarios para determinar si la víctima aún estaba con vida cuando fue arrojada a la basura, como presumieron algunos expertos intervinientes.
“La investigación se está cerrando sobre el entorno, eso es un hecho. Se tiene en claro que ella pasó los últimos minutos de su vida con una o más personas que la conocían. Eso no quiere decir que sean familiares, que quede en claro”, dijeron ayer fuentes judiciales. Luego del allanamiento a la casa de familiares de Angeles mientras promediaba el velatorio, la fiscalía a cargo de Asaro comenzó a evaluar y comparar los materiales secuestrados en vistas de detectar actores y motivos del crimen ocurrido entre la mañana y la tarde del lunes pasado.
Antes de abocarse a investigar a las personas que conocían a la joven, la fiscalía intentó agotar otras hipótesis, que ubicaban al agresor como una persona desconocida. Primero la fiscal mandó a allanar el predio de la Ceamse en Colegiales, desde donde viajó el cuerpo tras ser volcado por los camiones compactadores de basura hacia el centro de separación de desechos donde fue encontrada el martes por la mañana, en la localidad bonaerense de José León Suárez. El miércoles Asaro mandó a revisar media docena de contenedores en la zona comprendida entre el campo de deportes y la casa la joven, en Ravignani y avenida Santa Fe.
Ese mismo día se levantaron testimonios de vecinos y revisaron casas en construcción y tomadas. A esta altura, casi ningún investigador refiere que el caso haya sido “al voleo”, como sugirió el padrastro de Angeles.
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