Los funcionarios de la justicia federal que investigan el incendio del Museo de Ciencias Naturales y la Facultad de Derecho de la Universidad de Rosario tenían ayer en su poder un informe preliminar de las pericias realizadas en el histórico edificio, en el que se destaca el hallazgo de diversos elementos de pirotecnia y bengalas. El dato reforzaría la hipótesis de que el incendio se originó en el primer piso del edificio, luego de que cayeran los artefactos lanzados por un grupo de manifestantes.
Según fuentes judiciales, en el informe que analizan el juez federal Omar Digerónimo y el fiscal Francisco Sosa se indicó que “en la remoción de escombros, del lado de la calle Moreno, donde fue afectado el museo, había bengalas y otro tipo de pirotecnia”.
Paralelamente a la investigación de la justicia federal, el juez de instrucción penal Carlos Carbone, a pedido de una fiscal, abrió una pesquisa por el patrimonio estatal perdido en el museo, mientras el juez de Faltas Osvaldo Alzugaray inició un sumario por uso de pirotecnia “que puso en peligro la integridad de las personas” durante la movilización de estatales, realizada el martes. Es que en medio de esa marcha, de la que participaron cerca de diez mil trabajadores, se produjo el incendio.
El propio juez Carbone adelantó que “en las próximas horas vamos a tener una idea aproximada de cómo se inició el fuego y el resultado de las pericias estarán para la semana próxima”. “Nuestra investigación está orientada a un delito por incendio agravado, que cuando se comprueba que es doloso la pena va de 3 a 15 años de prisión”, advirtió el magistrado.
Por su parte, el Foro Rosario –que reúne a varias organizaciones sociales de esta ciudad– destacó que “no es entendible que bajo el amparo de la protesta se transporte un arsenal de potentes bombas de estruendo o material de pirotecnia capaces de originar serias derivaciones”.