SOCIEDAD
› LOS NUEVOS CASOS DE OFICIALES BONAERENSES CON FORTUNAS FABULOSAS
La buena estrella de ser comisario
Tras el desplazamiento de Sobrado, aparecieron otros 20 jefes policiales con bienes difíciles de explicar legalmente: yates, campos, mansiones y hasta distribuidoras de productos robados.
› Por Raúl Kollmann
Cuatro vecinos de distintos countries del Gran Buenos Aires se comunicaron espontáneamente con el gobierno bonaerense para revelar que tienen como vecinos a otros tantos comisarios de la Bonaerense poseedores de verdaderas mansiones. El desplazamiento del jefe de esa fuerza, Alberto Sobrado, a raíz de un giro de 333.000 dólares al paraíso fiscal de las Bahamas y el caso del comisario Aníbal Degastaldi, al que se le atribuye una cadena de restaurantes en zona norte y Capital Federal, provocaron una catarata de denuncias, incluso de cuadros medios de la fuerza, contra los llamados “comisarios ricos”. Trascendió que la División Asuntos Internos ya investiga a esos sorprendentes vecinos uniformados de countries, a un comisario que se mueve en un BMW y una 4x4, al comisario Degastaldi –a quien también se le sumó ahora la aparición de una propiedad en Capital de 500.000 dólares–, un subcomisario, con un sueldo de 2500 pesos, que tiene una casa de 250.000 dólares y un auto importado de 30.000, y la existencia de comisarios con yates, campos, locales de bailantas, frigoríficos, distribuidoras de productos robados y auténticas mansiones, con ascensor incluido. Anoche, el ministro de Seguridad, Juan Pablo Cafiero, convocó a una cumbre urgente de los 44 jefes superiores de la Bonaerense. Les dijo que se inicia una nueva etapa en la fuerza y que quienes no pudieran justificar sus bienes o no estuvieran dispuestos a exhibir sus declaraciones juradas tienen que dejar la fuerza.
“Esta es la forma de reconciliarse con la sociedad y con los propios integrantes de la Bonaerense, que ya no soportan más a los comisarios ricos. El esquema policía pobre, comisario rico, no va más”, sentenció Cafiero frente a los oficiales.
Según coinciden todos los expertos en seguridad y se ha demostrado en varias causas judiciales, el enriquecimiento de los jefes bonaerenses está directamente relacionado con el delito, ya que los fondos provienen de arreglos con delincuentes, peajes cobrados a desarmaderos, establecimiento de zonas liberadas para el robo de autos, complicidad con piratas del asfalto y cuotas cobradas a pasadores de juego clandestino, prostitutas y quioscos de venta de droga. Hace dos semanas, Página/12 adelantó que la pesquisa sobre el enriquecimiento de policías iba a hacer mucho ruido y así ocurrió.
El caso de Sobrado, al que se le detectó una transferencia de 333.000 dólares al paraíso fiscal de Bahamas, indica no sólo que él mismo debe poseer una fortuna varias veces superior –nadie transfiere todos sus bienes en un solo giro–, sino que el jefe de la Bonaerense no pudo justificar cómo obtuvo los fondos y además no los tenía declarados ante la AFIP. Sobrado se defendió en forma contradictoria. Primero dijo que recibió una herencia (que no pudo comprobar), pero de 150.000 dólares, e incluso admitió haber girado el dinero, pero ayer declaró que no tiene ninguna cuenta en el exterior, ni siquiera a nombre de un familiar.
Respecto de Aníbal Degastaldi –tal como lo reveló este diario ayer–, se le atribuyen restaurantes en la elegante zona norte del Gran Buenos Aires y la Capital, pero ahora también un departamento valuado en 500.000 dólares en un coqueto barrio porteño.
Ayer, Juan Pablo Cafiero mencionó otros veinte casos de alta graduación a los que se les pidieron explicaciones sobre un nivel de vida y de bienes que carecen de toda relación con los ingresos oficiales que perciben. En la cumbre de anoche, Cafiero remarcó que “el que no se allane a esta investigación deberá dar un paso al costado. Hoy resulta difícil ir a un velatorio de un policía caído, entre otras cosas porque sus familias ya saben que existen oficiales que se han enriquecido a costa de la sangre de las nuevas generaciones de policías”.
A raíz del impacto de los casos Sobrado y Degastaldi, en las últimas 48 horas se multiplicaron las denuncias espontáneas de cuadros medios de la Bonaerense y civiles. La División Asuntos Internos está investigando los siguientes datos:
- La documentación aportada por vecinos de los cuatro countries sobre las propiedades en esos barrios de sendos comisarios.
- La fortuna de un comisario que se traslada algunos días en un BMW y otros días en una camioneta 4x4. Su sueldo no supera los 3000 pesos.
- Un subcomisario cuyos ingresos están en 2500 pesos y que registra una esplendorosa casa en el sur del Gran Buenos Aires tasada en 250.000 dólares y se mueve con un auto importado, marca SEAT, modelo 2002, valuado en 30.000 dólares.
- El caso de un comisario que posee dos yates, aunque ahora alega que los vendió.
- Otro comisario que es propietario de un frigorífico.
- Un oficial que tiene campos.
- Un comisario al que se le detectó una distribuidora de productos que, en verdad, vienen del robo de camiones, o sea de la llamada piratería del asfalto.
- Oficiales que tienen, además, locales de bailantas, caballos de carrera, gastos inexplicables de tarjeta de crédito y en algunos casos tres, cuatro y hasta cinco autos a su nombre o el de su esposa.
Ayer mismo, el fiscal Marcelo Romero, de La Plata, se presentó ante su colega de instrucción Daniel Urriza para que investigue a Sobrado por enriquecimiento ilícito. O sea que la investigación interna de la Bonaerense ya tiene estado judicial. El propio gobernador Felipe Solá adelantó que Asuntos Internos trabajará en todos los casos con la perspectiva de que “si corresponde” se hará la denuncia penal por enriquecimiento ilícito. En total, en la División Asuntos Internos hay 200 efectivos trabajando en la investigación patrimonial de los altos mandos de la Bonaerense y se cuenta con el respaldo del Registro del Automotor, el Registro de Propiedad Inmueble y se les ha pedido informes a los bancos, tanto por las cuentas como por las tarjetas de crédito.
Por ahora, el gobernador Solá y el ministro Cafiero decidieron no reemplazar de inmediato a Sobrado. Es muy posible que se tomen este fin de semana para estar seguros de que quien ocupe el sillón de jefe de la Bonaerense tenga los bienes, las cuentas y las declaraciones patrimoniales en orden. “No vamos a mirar a un costado. El que no tenga las cosas como corresponde, deberá apartarse. La fuerza está llena de policías que viven una vida austera y nosotros no estaremos en connivencia con los que ostentan niveles de riqueza inexplicables”, les dijo anoche Cafiero a los jefes policiales.
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