Una madre amenaza a su hijo. En Plaza Oeste Shopping, un lunes a las 12 del mediodía, una madre le advierte a su hijo que, en caso de que siga llorando, tomará una decisión trascendental. Volverá a mandarle un mail a Papá Noel para que esta vez no reciba los regalos que pidió. Un testigo casual escucha la pueril amenaza de la madre. Se sorprende y la registra. Después, como otros tantos miles de colaboradores diarios, la enviará para que forme parte de una página de Facebook que hoy es furor entre sus usuarios. “La gente anda diciendo” es un espacio que hace un año no deja de expandirse en las redes sociales a base de una idea sencilla y original: recopilar frases sueltas, dichas generalmente fuera de contexto y escuchadas por alguien al pasar. Al día de hoy –mañana podrán ser muchos más–, 647 mil personas siguen la página en Facebook y más de 100 mil lo hacen en la red social Twitter. Los creadores del proyecto, sin embargo, no se quedan de brazos cruzados: ahora van por el lanzamiento del libro.

En el supermercado, en la parada de colectivo, en un bar o un shopping: la gente dice frases que de algún modo repican en el oído de quien las escucha. De quien decide anotarlas, para que luego, en vez de perderse para siempre en el olvido, sobrevivan estampadas en el “muro” del Facebook o en la cuenta que el proyecto tiene en Twitter (“¡Si seguís llorando le vuelvo a mandar un mail a Papá Noel y le digo que no te traiga los regalos, eh!” Mamá a su hijo. Plaza Oeste Shopping. Lunes, 12). Algunas de esas frases, de esos fragmentos de conversaciones y diálogos, se destacan porque generan risa, sorpresa o intriga por saber quién las dijo. Otras porque producen ternura, admiración o, incluso, rechazo. Y están, también, aquellas frases que establecen una suerte de vínculo personal, de identificación entre quien las dijo y quien las lee. (“¿Pero este colectivo para en algún lado o estamos yendo a la casa del chabón?” Un pasajero indignado a la multitud. Colectivo Línea 55. viernes). Lo cierto es que todas juntas forman un archivo real y espontáneo de aquello que “la gente anda diciendo” o, como explica Tatiana –una de las creadoras de la iniciativa–, “un retrato de cómo está hablando la sociedad actual”.

La idea del proyecto nació en diciembre de 2011, mientras Tatiana –28 años, empleada pública– y su amigo Ezequiel –32 años, redactor freelance– almorzaban en un bar de Palermo, rodeados por otros clientes. “De pronto nos quedamos callados para poder escuchar a una pareja que estaba atrás nuestro. Era una pareja de unos 35 años que hablaba sobre la infidelidad. Nos quedamos un rato escuchándolos y después nos dimos cuenta que decían un montón de frases que nos parecían buenísimas.” No hay registro de ese diálogo. En ese entonces, cuenta Tatiana, no anotaron ninguna de esas frases. Sin embargo, el proyecto –aún incipiente, aún difuso– estaba en plena gestación. A esa primera señal, se le sumaría otra: cuando salieron del bar, ese mismo día, escucharon a dos mecánicos que conversaban sobre la cobardía y ese diálogo también les llamó la atención. Pasaron nueve meses. Tatiana y Ezequiel –para priorizar el proyecto, aclaran, prefieren no dar sus nombres completos– comenzaron a enviarse mails con las frases que iban anotando durante el día. Llegaron a reunir 150. Pero ninguno de los dos tenía en claro todavía cual iba a ser el destino de todo ese material. Hasta que surgió la idea del Facebook.

El 23 de agosto del año pasado, la página “La gente anda diciendo” debutó en la red social con un humilde número de frases: de todas las que habían recolectado –unas 150– en esos nueve meses, subieron tan sólo diez. Casi instantáneamente recibieron una avalancha de seguidores de la comunidad virtual que aprobaron la iniciativa y comenzaron a colaborar de forma anónima con el proyecto. Al día de hoy, reciben unas mil colaboraciones diarias con frases o diálogos. Además, más de 630 mil usuarios siguen la página de Facebook, mientras que en Twitter, la cuenta @gentediciendo cosechó hasta el momento unos 100 mil seguidores. “Para elegir las frases de entre las miles que nos envían a diario, tenemos en cuenta primero la veracidad de la misma. Es muy fácil darse cuenta cuando es una frase inventada o cuando está sacada de alguna película. Ese es un filtro que ponemos. A su vez, para proteger al que dice la frase, sacamos los datos que puedan identificarlo. Otro filtro es el contenido partidario, o la violencia de género, o las que resultan discriminatorias. Todas esas frases, conversaciones o diálogos decidimos no publicarlos”, explica Tatiana.

Con el mismo espíritu colaborativo con el que fue creciendo el proyecto en las redes sociales, ahora sus impulsores trabajan en el lanzamiento del libro, que tienen la intención de presentar a fines de agosto. “La idea de hacer un libro estuvo presente desde el comienzo –dice Tatiana–. A medida que iba creciendo la página, no lo olvidábamos. Si todo sale bien, el libro tendrá 350 frases, muchas de las cuales no salieron publicadas ni en Facebook ni en Twitter. La intención es contar historias con diferentes grupos de frases, por ejemplo uno que se va a llamar ‘bloque bondi’, con situaciones que pasan arriba del colectivo. Pero para poder editarlo necesitamos mucha plata que, obviamente, no tenemos. Por eso se nos ocurrió ideame (www.idea.me) que es una plataforma de financiamiento colectivo para emprendedores creativos. Es decir, no es que la gente dona la plata y no recibe nada, sino que hay distintas recompensas, como llevarte un libro o editar una frase, de acuerdo a los diferentes tipos de colaboraciones que se hagan. Ojalá podamos alcanzar el monto necesario, unos 75 mil pesos, y así lanzar el libro en los últimos días de agosto.”