Un grupo de adolescentes atacó a golpes a un compañero, en una escuela de la localidad de Wilde, en el sur del Gran Buenos Aires, mientras otros chicos grabaron la escena en un video que luego difundieron por Internet. De esa manera se hizo público un caso de acoso o bullying, que venía reiterándose en perjuicio del mismo adolescente, cuya madre había presentado reclamos ante la escuela. El ministro de Educación, Alberto Sileoni, dijo que hoy enviarán a esa escuela un equipo de la Unidad Operativa de Inclusión Democrática, que trabajará junto a los psicólogos de la provincia en el abordaje del caso. “Tiene que haber sanciones, pero en estos casos las soluciones son mucho más profundas que echar a los alumnos que cometen agresiones”, sostuvo el ministro.

Según se informó, la madre del joven agredido había alertado a las autoridades del colegio de que su hijo era víctima de agresiones por parte de sus compañeros al menos en cinco oportunidades y las autoridades de la Escuela Nº 23, donde ocurrieron los hechos, no atendieron sus reclamos.

“Este ministerio no es indiferente ante estos casos y nos duele por la víctima, por los agresores y por todo el resto que permaneció como testigo”, afirmó ayer Sileoni. “Sin olvidar que la víctima es el chico que recibió esos golpes, lo que decimos desde este ministerio es que esos chicos agresores, independientemente de la medida que tome la escuela, no pueden ser expulsados e ir a para a la esquina, porque después se termina pidiendo (para ellos) la baja de la edad de imputabilidad.” “Es posible que deban ir a otra escuela, pero el Estado debe acompañar ese tránsito.” Sileoni adelantó que en la próxima reunión del Consejo Federal de Educación avanzarán “en el diseño de un protocolo referido a la violencia en las escuelas”.

Por su parte, el subsecretario de Educación bonaerense, Néstor Ribet, evaluó el hecho como “de una gravedad realmente espeluznante”. “Hay un grupo de adolescentes, que ha actuado de la manera en que actuó, hay que trabajar con ellos y también con la víctima, para que puedan descubrir cuál es el camino para una buena relación entre compañeros”, aseguró.

“Nuestra función no es la de hacer interpretaciones. No estamos nosotros para comentar lo que pasa. Nuestra responsabilidad y obligación como funcionarios del Estado es actuar y tomar las medidas que correspondan. Que no sólo son punitivas, sino que son educativas también, para que estas cosas no se repitan”, sostuvo el funcionario.

El tema del acoso o bullying ya fue tratado en el Congreso nacional donde, el 21 de noviembre pasado, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto para “la promoción de la convivencia y abordaje de la conflictividad en las escuelas”, a partir de una iniciativa de la diputada Mara Brawer (Frente para la Victoria) y el 3 de julio último el Senado le introdujo algunas modificaciones, como la incorporación de la línea gratuita 0800 para denuncias. Ahora está en Diputados para su aprobación definitiva, que podría ser este año.

La iniciativa impulsa “la prevención de situaciones de violencia en las escuelas a través de la promoción de instancias de participación de la comunidad educativa y el fortalecimiento de los equipos especializados para su intervención ante situaciones de violencia”.