El desconocido no dio tiempo ni a la sorpresa. Entró al bar de Almagro con una capucha en la cabeza, se acercó a la mesa a la que estaba sentado un grupo de amigos, se dirigió a uno de ellos, un ciudadano colombiano, y le disparó cuatro tiros, dos en la nuca y dos en el pecho. Antes de que alguno pudiera reaccionar, ya estaba afuera, en la avenida Rivadavia, donde lo esperaba otro hombre en moto. Ambos escaparon, raudos. Adentro quedó herida la víctima, que murió antes de llegar al hospital. En los últimos años, varios ciudadanos colombianos fueron asesinados en diversos ajustes de cuentas de tipo mafioso.

El episodio de ayer, que para la policía tiene las características de un crimen por encargo, ocurrió cerca de la 0.30 en el restó-bar Athos, situado en avenida Rivadavia 3691.

En una mesa se encontraban seis personas, entre ellas Jonathan Alexis Rodríguez, de 25 años, que había llegado a la Argentina hace diez meses. En un momento, ingresó un hombre encapuchado que se encaminó directamente a la mesa donde se hallaba el colombiano, extrajo un arma y lo baleó. Tras el ataque, el agresor escapó, mientras que el herido fue llevado en gravísimo estado por sus acompañantes a un hospital, aunque murió.

Al llegar la policía se secuestraron cuatro vainas servidas calibre 22. Los investigadores creen que por la modalidad del ataque y el arma empleada se trató de un crimen por encargo y descartaban en principio el móvil de robo. Peritos de la Policía Científica trabajaban en busca de rastros y huellas, al tiempo que personal de la seccional 9ª procuraba obtener imágenes del agresor que pudieran haber quedado registradas en las cámaras de seguridad de la zona.

Además tomaban testimonio a los amigos de la víctima y a personas que se hallaban en el restó. Uno de ellos es el sobrino de la víctima, que lleva un año y cuatro meses en el país. Ante los investigadores, el muchacho admitió que su tío se dedicaba al robo de autos y a los asaltos en la modalidad “entradera”, aunque juró que no tenía nada que ver con el mundo del narcotráfico.

En los últimos años, una serie de colombianos fueron ejecutados en diversos hechos, la mayoría nunca esclarecidos. El más impactante ocurrió en julio de 2008, cuando tres hombres fueron baleados en el estacionamiento del shopping Unicenter. Dos de ellos murieron y el caso está vinculado con una guerra entre narcos. Cuatro meses antes, otros dos aparecieron muertos dentro de un auto incinerado en La Tablada. Un caso resonante también fue el homicidio ocurrido en marzo de 2009 en un negocio náutico de San Fernando.