SOCIEDAD › ESTA VEZ HUBO DESPERFECTOS, DEMORAS, AGRESIONES Y UNA DENUNCIA DE SABOTAJE
La línea que va desde Alem a Rosas volvió a tener problemas ayer. Un desperfecto a primera hora de la mañana desencadenó en agresiones de los pasajeros al personal. Luego la empresa denunció un posible “sabotaje”.
En su segundo día de recorrido completo, el subte B funcionó con demoras desde la mañana, cuando el servicio se interrumpió durante al menos 10 minutos entre las 8.20 y las 8.30. Un centenar de pasajeros que esperaba el arribo de la formación en Echeverría, una de las dos nuevas estaciones, se ofuscó tras la interrupción y algunos de ellos agredieron al personal de las boleterías, mientras que en la estación Juan Manuel de Rosas, donde el tren había quedado detenido, fueron atacados empleados de tráfico. En un primer momento, la empresa Metrovías explicó que se trataba de un “desperfecto técnico”, aunque con el correr de las horas aseguró que había sido consecuencia de “un sabotaje” y realizó una denuncia penal en consecuencia. Por su parte, los representantes de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp) calificaron de “delirio total” la acusación y pidieron que la Justicia realice “los peritajes correspondientes, (porque) ahí va a saltar si lo que hubo es sabotaje o falta de inversión”.
El servicio se interrumpió poco después de las 8 de la mañana, cuando la formación que debía salir de la estación Juan Manuel de Rosas no pudo transitar por falta de tracción. Por altoparlantes se informó a los pasajeros y se indicó que no habría servicio. Al mismo tiempo, en la estación siguiente, Echeverría, se anunció que se suspendía el servicio desde Rosas y que nuevamente se reduciría entre Los Incas y Alem. En las nuevas estaciones los pasajeros reaccionaron de modo hostil. En la estación Rosas, “escupieron a varias compañeras y le pegaron un cachetazo al menos a uno de los conductores”, contó a Página/12 el secretario general del gremio, Roberto Pianelli. En tanto, en Echeverría, algunos pasajeros golpearon las máquinas expendedoras de boletos y dirigieron insultos y gritos a las boleterías donde se había resguardado personal de la estación. Testigos de los incidentes señalaron que la pequeña multitud culpaba por el mal funcionamiento “a los metrodelegados”. La situación sólo se zanjó cuando intervino personal de la Policía Metropolitana.
Inicialmente, Metrovías informó que el servicio había sufrido desperfectos entre las 8.20 y las 8.25, pero que 8.30 había sido restablecido. Desde entonces, a lo largo del día volvió a funcionar entre Alem y Rosas con demoras que, de acuerdo con la empresa, impidieron la normal incorporación de formaciones. Según Metrovías, ayer la línea circuló con 19; los metrodelegados aseguran que eran 14.
Con el correr de las horas, Metrovías denunció que había habido “sabotaje”. En un comunicado, la empresa señaló: “A la 05.30 hs., personal técnico (...) encontró un cable de retorno de tracción cortado que da continuidad eléctrica a los rieles, esencial para el desplazamiento de los trenes. Asimismo, las puertas de ingreso al sector técnico, donde se encuentra el sistema de señalamiento, estaban forzadas”. Por esa falla, arguyó, no pudieron entrar en servicio “las 19 formaciones que se encontraban disponibles a primera hora de la mañana”.
El gremio desmintió la argumentación de la empresa. “El problema fue un mal funcionamiento del sistema de señales computarizado. En el control central aparecía como que una vía estaba ocupada cuando no era así. Por precaución, cuando el sistema detecta algo así, no habilita la tracción y la formación no puede avanzar”, dijo Pianelli a Página/12. “Si detectaron un corte de cable a las 5.30, ¿cómo el servicio se interrumpe recién 8 y pico y cómo se puede arreglar tan rápido?”, agregó. En diálogo con este diario, Lucía Ginzo, gerente de Relaciones Institucionales de Metrovías, aseguró que ese sistema computarizado no existe.
La empresa Metrovías, que adjuntó cuatro fotografías (tres de un cable cortado en las vías, otra de una puerta forzada) al comunicado sobre “el sabotaje en el sistema eléctrico”, realizó una denuncia penal por lo sucedido ayer. “Se radicó en la comisaría Nº 39 y la causa se tramita ante el Juzgado Nacional Correccional Federal Nº 12”.
Por otra parte, también ayer Metrovías y Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) efectuaron una inspección a las cocheras de la estación Rosas junto con el inspector Jorge Troncoso, de la Dirección General de Protección del Trabajo porteña. El acta deja constancia de la recorrida, luego de la cual la cochera fue considerada “habilitada para su funcionamiento”. De la inspección no participaron representantes del gremio. “Les avisamos y no vinieron, no sabemos por qué”, dijo Ginzo a este diario. La inspección se realizó a las 13. Pianelli aseguró a Página/12 que la convocatoria, inicialmente planificada para el jueves pasado, se pospuso más de una vez, hasta realizarse en ese horario, en que ningún delegado gremial podía asistir.
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