La madre y el padrastro de Prisila, la niña de 7 años que el martes fue hallada envuelta en una bolsa en un arroyo de Berazategui, declararán hoy en la causa que los tiene como acusados por homicidio, según informaron hoy fuentes judiciales. Ambos hicieron el pedido para declarar a través del defensor oficial que los asiste. Hoy a partir de las 10 serán indagados por el fiscal descentralizado de Berazategui que entiende en la causa, Carlos Riera.

Riera ya estuvo con ellos el miércoles cuando luego de su detención los citó para declarar, pero ambos se negaron en ese momento a hacerlo, seguramente para que el defensor que los asiste tenga tiempo para estudiar los elementos con que cuenta el fiscal para acusarlos.

Tanto la mujer como el hombre están detenidos desde la noche del martes en la sede de la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) Quilmes, acusados como coautores del delito de “homicidio calificado”.

Según dijeron los voceros, los dos quedaron acusados de “homicidio”, ya que si bien la principal hipótesis que confiaron los investigadores es que la niña murió a raíz de una golpiza que le propinó la madre y que el padrastro sólo colaboró al intentar hacer de-saparecer la evidencia, no descartaban que también él haya golpeado a Prisila.

El cadáver de la niña fue hallado por la policía el martes por la mañana, entre los pastizales y arbustos de un arroyo ubicado debajo del puente de avenida Mitre, casi calle 44, en Berazategui, en el sur del conurbano. La mujer denunció la desaparición de su hija durante las primeras horas del lunes, pese a que, según su versión, faltaba de su casa desde el sábado.

Entre las pruebas que pretende incorporar la fiscalía se halla la autopsia que le practicaron al cadáver de la niña, que reveló que murió como consecuencia de múltiples traumatismos en el cuerpo, y que las quemaduras que presentaba fueron realizadas post-mortem.

En tanto, en un allanamiento en la casa de la familia, situada en el cruce de las calles 161 y 49A, de la localidad de Guillermo Hudson, fueron secuestradas cenizas, pelos y fibras que deberán ser sometidos a análisis para constatar si coinciden con el ADN de Prisila.

También cuenta con las grabaciones de una cámara de seguridad instalada en una estación de servicio sobre la avenida Mitre, a una cuadra de la casa de la familia, en las que puede observarse el paso de los imputados con un cochecito de bebé en dirección al arroyo. El cochecito fue incautado y supuestamente allí trasladaron el cuerpo de la niña hacia el arroyo.