El edificio donde funcionó el colegio Guido Spano, en el barrio de Palermo, fue declarado patrimonio cultural por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, los docentes y padres que impulsan la recuperación de la escuela, cerrada por sus dueños el primer día de este año, lograron la preservación de la construcción ante una posible demolición o modificaciones. Mientras tanto, padres, docentes y organizaciones, con apoyo de legisladores, continúan las acciones judiciales para que se resuelva un pedido de amparo para conservar el acceso al edificio para destinarlo al funcionamiento de la escuela, ahora como cooperativa.

La decisión fue anunciada ayer por el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich. En virtud de la resolución, el edificio de Billinghurst 1355 formará parte del Listado de Inmuebles Catalogados Singulares de la Ciudad con protección cautelar. Esta lista, aprobada por el jefe de Gobierno, contempla la “salvaguarda y puesta en valor de los lugares, edificios u objetos considerados de valor histórico, arquitectónico, simbólico o ambiental”, según reza la resolución firmada por el secretario de Planeamiento, Héctor Lostri.

Además, impide a la Dirección General de Registro de Obras y Catastro “dar curso a solicitudes de demolición parcial o total, modificaciones o ampliaciones de obra, u obras nuevas y subdivisiones que no cuenten con un informe producido por la Dirección General de Planeamiento Urbano, hasta tanto se resuelva la incorporación firme del edificio al catálogo en cuestión”.

“Esta medida surge como consecuencia de las sospechas fundadas de los padres y docentes sobre una posible venta y posterior demolición del edificio para hacer una torre. Al declarárselo patrimonio cultural y estar bajo la órbita pública, se lo protege y se le baja su valor inmobiliario”, comentó a Página/12 María Rachid, legisladora porteña por el Frente para la Victoria. “La resolución tiene un valor cultural y político muy importante porque se protege del negocio inmobiliario al Guido Spano, que no sólo es un patrimonio histórico de más de 90 años, sino que tiene el agregado de ser un colegio. También tiene el valor práctico de garantizar un lugar de enseñanza a miles de chicos.”

El docente Javier Lamónica, flamante presidente de la Cooperativa de Trabajo Guido Spano Ltda., reconoció que la resolución fue conseguida “en tiempo record”, a la vez que informó que “el subsidio que otorga la Ciudad se va a girar a una cuenta especial abierta por el juzgado, con la cual se va a cubrir el 60 por ciento de los salarios, y vamos a trabajar por el 40 por ciento restante y por el personal no docente que no ingresa en el subsidio”.

El edificio es ocupado por el colegio Guido Spano desde 1965. La decisión de incorporarlo al listado de inmuebles con protección cautelar tiene su razón de ser en la desprotección que sufren los patrimonios históricos en la actualidad. La ley 2548, que salvaguardaba los edificios construidos antes de 1941, fecha en la que se registró el primer catastro de la ciudad, quedó sin vigencia en 2011.

Con la flamante resolución se destaca “el valor histórico testimonial como institución educativa” del colegio que, desde 1922, “ha contribuido a la formación de un plantel juvenil destacado en las esferas comerciales, laborales, profesionales y científicas”. Además, se le reconoce “su valor estético ornamental, a partir del lenguaje del eclecticismo de la fachada y de su hall de acceso principal con molduras y bajorrelieves originales”.

Por otro lado, los padres adelantaron que presentaron una denuncia penal y hoy avanzarán con un amparo que prepararon los legisladores que acompañan a la cooperativa. El recurso, presentado contra el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y las sociedades privadas Instituto Guido Spano S.A. y Baldoma SA, reclama que se le otorgue la autorización provisoria a la cooperativa para funcionar como institución educativa, la tenencia provisoria del inmueble, con la entrega de la llave de acceso, y la restitución de todo el mobiliario y la documentación que haya formado parte de la institución. También solicita que se garantice la cursada a los alumnos inscriptos para el ciclo lectivo 2014 y la continuidad laboral al personal docente y no docente, con pago de sueldos por parte del Estado hasta que la cooperativa pueda hacerse cargo de la administración.

“La protección del edificio es un paso hacia adelante muy importante. Esperamos que la Justicia permita que el colegio siga funcionando mientras se resuelve todo lo demás y que continúe en el edificio en el que está”, deseó Rachid.

Informe: Gonzalo Olaberría.