Ante la posibilidad de un paro en los servicios de larga distancia durante el recambio turístico de febrero anunciado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, pidió “racionalidad” al gremio y aseguró que se “aspira a un acuerdo” que solucione el conflicto salarial.

El secretario general de la UTA, Roberto Fernández, anunció el miércoles pasado un paro en los servicios de larga distancia para los días 1, 2 y 3 de febrero si no se llega a un acuerdo con el sector empresarial. “Estamos preocupados, estamos trabajando en las medidas que podamos tomar el 1, 2 y 3 porque no hemos encontrado ninguna solución. Hace un mes que venimos conversando, pero no hay ningún adelanto sobre lo que estamos pidiendo nosotros”, señaló Fernández.

Durante su habitual conferencia de prensa realizada en Casa Rosada, Randazzo confirmó que “se han mantenido reuniones con el titular de la UTA, Roberto Fernández”, y con los representantes “de las cámaras del sector” y aseguró que desde el Gobierno se “aspira a un acuerdo” que destrabe la situación.

La UTA reclama a las empresas un bono o plus de compensación de 2000 pesos, previo al inicio de las paritarias, y que el monto de los viáticos se eleve a 500 pesos.

Desde el sector empresarial solicitaron la postergación de la huelga. El vocero de la cámara de micros de larga distancia, Gustavo Gaona, sostuvo que “llegamos a un escenario que detrás de la negociación salarial está la crisis de un sector que emplea a más de 22 mil personas y no se puede resolver. Lamentablemente, del año pasado a hoy seguimos en la misma situación y esto (por el bono) aumentaría el déficit de las empresas. No podemos afrontar el pago de aumento pedido por UTA”. “Le pedimos al gremio que postergue la medida de fuerza”, agregó el vocero.