A pesar de la tranquilidad con la que están acostumbrados a vivir en la localidad cordobesa de Unquillo, cuando la policía los alertó sobre un llamado que hablaba de un posible secuestro, los padres del tenista David Nalbandian aceptaron sin problemas el ofrecimiento de que su casa fuera custodiada. Aunque la noticia se difundió ayer, el patrullero está allí desde hace dos semanas, cuando la policía provincial recibió un llamado anónimo en el que un hombre alertó que una banda de delincuentes planeaba secuestrar a algún familiar del jugador número diez del mundo.
“No sufrimos intentos de secuestro ni amenazas de ningún tipo, pero que hayan puesto la vigilancia como acción preventiva nos parece bien, es mejor evitar las cosas que después tener que solucionarlas”, dijo anoche Norberto Nalbandian desde Unquillo, en diálogo con Página/12.
El hombre contó además que la custodia no le modifica la vida: “Somos conscientes, desde que David es público, de que en este país existe este riesgo, pero igual nosotros vivimos muy tranquilos. En Unquillo somos 17 mil habitantes y nos conocemos todos. Esta es una acción totalmente preventiva que no afecta nuestra vida cotidiana y que me parece muy eficiente y acertada por parte de la policía”, señaló.
La información fue confirmada por el director general de Investigaciones de la policía cordobesa, el comisario mayor Pablo Nieto, quien explicó que “no hay datos sobre de dónde sería la banda o qué movimientos habrían hecho. Sólo hubo un llamado anónimo de advertencia. Además de la custodia al matrimonio, les pedimos que advirtieran sobre esto a sus otros dos hijos que viven en Córdoba y en Río Ceballos, pero nada más”. Nieto detalló que la custodia consiste en un patrullero, pero que “a veces también hay personal de civil dando vueltas”.
Aunque en el ámbito del tenis es la primera vez que se habla de secuestros, el padre del tenista señaló que más de una vez pensó en que, así como les pasó a jugadores de fútbol, ellos también podrían convertirse en víctimas de este tipo de delitos: “Cuando se escucha de otros casos, uno dice: ‘Bueno, algún día también me puede pasar a mí’, pero ése es un pensamiento muy volátil”, reconoció el padre del tenista, que ahora sólo piensa en el debut de hoy de su hijo en el Masters Series de Cincinnati, Estados Unidos. “Yo entro y salgo, como siempre, sin ningún tipo de problema, esto no nos va cambiar la vida, para nada. Una cosa así no puede a uno traumarlo”, señaló el hombre y agregó que el pueblo de “Unquillo, fue siempre un sitio tranquilo y ameno para vivir”, y descartó que en algún momento haya pensado en abandonar la ciudad.