SOCIEDAD
› AUN NO ENCUENTRAN EL FETO DE LA EMBARAZADA MUERTA
Macabro misterio en Neuquén
Por Elio Brat
Desde Neuquén
El crimen de María Alejandra Zarza, la joven neuquina cuyo cuerpo apareció semisumergido en una laguna en las afueras de la ciudad de Neuquén, suma con el paso de las horas más incógnitas que datos certeros para que se llegue a saber cómo sucedió. Y es que aún no se conocen los resultados de la autopsia practicada, de la cual se puede llegar a concluir de qué manera sucedió la muerte: si fue ahogada, estrangulada o cualquier otra hipótesis que puede incluir el envenenamiento. Tampoco se sabe nada ni aún ha aparecido el feto de siete meses y medio que la muchacha llevaba en su vientre, lo que abona aún más el misterio sobre lo que pudo haber sucedido.
Lo que prácticamente se ha descartado es la hipótesis de un presunto suicidio. El principal sospechoso sigue siendo su novio Nicolás Rinaldi, quien fue el último en verla con vida hace diez días atrás.
Ayer, con la presencia de unas trescientas personas, María Alejandra, de 25 años, fue sepultada en el cementerio local. Unas pocas horas después, el abogado neuquino Rodolfo Quezada se constituyó como parte querellante ante la Justicia neuquina, convencido de que se está frente a un caso de homicidio. El mismo letrado –quien fuera diputado nacional por la UCR y candidato a vicegobernador por la Alianza en Neuquén– afirmó que “en este horrendo caso tiene que haber participado más de una persona”. Con todo, Quezada se mostró conforme con lo actuado hasta el momento por parte de la policía y la justicia.
“El embarazo tiene que ver con la muerte”, confió a Página/12 una fuente directamente ligada a la investigación del caso. Pero ante la aparición del cuerpo sin el feto, la investigación apunta a esclarecer qué pudo haber sucedido con él hasta el momento de la muerte. Las hipótesis son varias: o fue inducido y nació vivo, o fue expulsado por el cuerpo posmortem. Incluso se maneja la posibilidad que de haber sucedido el alumbramiento en el lugar donde se encontró a María Alejandra, perros carroñeros que abundan por la zona se lo hayan devorado. De hecho la muchacha apareció prácticamente sin rostro y con una pierna totalmente comida por animales, según confiaron a este diario las mismas fuentes.
Respecto al principal sospechoso, Nicolás Rinaldi, se sabe que él y María Alejandra son hijos adoptados en el emblemático año de 1976. Y que mantuvieron una relación de noviazgo por muchos años, aunque últimamente estaban algo alejados.
Otra idea que ronda la mente de los investigadores es si se está frente a un caso de tráfico de bebés. Sería el primero conocido en esta parte de la provincia, ya que hasta ahora los casos que se han conocido se refieren a mujeres parturientas en la zona de la cordillera neuquina. Quizá el más recordado sea el llamado “caso Ñanco”, mediante el cual un padre mapuche denunció que a su esposa le quitaron el hijo al momento de nacer.