“Las aulas provisorias son para casos de guerra, terremotos o contingencias de catástrofe, no para una ciudad como Buenos Aires”, sostuvo el arquitecto Jaime Sorín, director de Museos, Monumentos y Lugares Históricos de la Nación. “Hice una inspección en el colegio Bernasconi para ver las aulas-pasillo que se armaron allí, porque el edificio es patrimonio histórico. Aprobamos dos aulas en forma provisoria porque estamos muy cerca del inicio de clases y para no dejar chicos sin clases. Pero indicamos que dos aulas directamente deben sacarse. Respecto de las aulas llamadas container, nos parece muy grave que allí haya chicos que van a tener que caminar 50 metros en invierno, a la intemperie, para ir al baño.”

Sorín, quien además es un especialista en arquitectura para la educación, dijo en diálogo con el programa Rayos X, de Radio Del Plata: “La idea del aula provisoria es para situaciones límite, para momentos dramáticos que debe afrontar una ciudad, sobre todo ante situaciones climatológicas que destruyen lo que existe. Eso no tiene nada que ver con lo que vive Buenos Aires: un ciclo normal de inicio de clases. Acá no estamos ante una guerra o un terremoto”.

Como anticipó Página/12, Sorín fue convocado por la Justicia –por una denuncia de la diputada Virginia González Gass, de Unen– a raíz de las cuatro aulas armadas con Durlock en el colegio Bernasconi, que es Monumento Histórico. Su dictamen fue que provisoriamente se pueden mantener dos aulas del tercer piso “porque no queremos que queden chicos sin clases”. La condición que planteó Sorín es que al material se le debe hacer un tratamiento anti-incendio. Respecto de las dos aulas de la planta baja, el arquitecto directamente señaló que no se pueden admitir, ya que interrumpen el paso de los chicos porque están en pleno pasillo.

“No hay razón para que en una ciudad como Buenos Aires haya aulas como las del Bernasconi o las llamadas containers –razonó Sorín–. En el caso de La Boca, chicos muy chicos van a tener que recorrer 50 metros para ir al baño.”