Una jueza cordobesa ratificó la tenencia de dos nenes de 7 y 10 años a su padre, quien convive con su pareja homosexual, y remarcó que en ese hecho “no existe riesgo moral” para los chicos, como fue el argumento con el que la madre intentaba que la Justicia le devolviera la guarda de los menores. Los chicos viven con su papá desde 1999, cuando la madre se enfermó y otorgó la tenencia a su ex marido. “El fallo es impecable. Porque no corresponde valorar la intimidad o la configuración familiar que el papá ha decidido, ya que esto debe quedar en el ámbito del ejercicio de derechos personalísimos, del ejercicio de derechos humanos”, calificó una de las defensoras del hombre, Laura Reartes.
La jueza de Familia Silvia Morcillo rechazó el planteo de la madre, basado en un informe elaborado por el organismo técnico interdisciplinario de los Tribunales de Familia (Catemu), en el que se detallaban algunas consideraciones negativas de los chicos hacia la pareja del hombre, pero en el que se concluía que no había impedimentos para que la madre recuperara a sus hijos. Sin embargo, la magistrada consideró que los menores no están “en peligro o riesgo moral” por el hecho de que su padre sea homosexual y conviva con su pareja y señaló que “no hay nada, absolutamente nada de esa relación y de esa convivencia que pueda afectar el normal desarrollo psicofísico de los nenes”, contó Carolina Quintero, la otra defensora del hombre que pocos días atrás consiguió que sus hijos sigan viviendo con él, como desde hace más de 5 años.
A pesar de la utilización de ese informe por parte de la defensa de la mujer, su abogada Adriana Crippa explicó que “de ninguna manera la madre cuestiona la sexualidad del padre, sino que su reclamo es el de una madre que quiere vivir con sus hijos y educarlos. Simplemente eso”, justificó Crippa y adelantó que apelarán la medida. La abogada calificó el fallo de “parcial, porque no consideró toda la prueba ni tomó todas las pericias”, entre ellas el informe de Catemu, este último criticado por la defensa del padre de los chicos por considerarlo “discriminatorio”.
Además de la gran cantidad de prueba testimonial reunida, entre ella informes escolares de conducta, rendimiento y adaptación al medio social, pericias psíquicas y encuestas ambientales, la jueza acompañó su dictamen con una resolución de la asesora de menores Myriam Rebuffo, en la que tampoco se advierte la menor posibilidad de que exista un “riesgo moral” en la convivencia de los chicos con su padre y su pareja gay. Al contrario, las críticas hechas por la asesora de menores apuntan hacia ciertas actitudes de la madre y describen varios momentos de la vida cotidiana de sus hijos en los que la mujer se ausentó, especialmente en su educación y atención médica. “Ese mismo reclamo fue varias veces repetido por nuestro cliente (el padre), quien acordó con la mujer un régimen de tenencia muy amplio que ella nunca aprovechó”, sostuvo Quintero.
Frente a los reproches hacia diversas actitudes de la madre, el expediente considera el bienestar actual de los chicos y lo imprescindible del rol jugado por el padre luego del divorcio. Allí se destaca que el hombre, luego de separase, mantuvo la obra social a su ex mujer sin tener la obligación de hacerlo y, una vez que obtuvo la tenencia de los chicos, “siguió ayudándola económicamente”. Además, Morcillo resaltó “el excelente rol del hombre como padre” y el hecho de que “los menores no perdieron la noción de sus relaciones familiares, ya que la madre gozó y goza de un amplio régimen de visitas”.
Aunque la medida será apelada por la defensa de la madre, por ahora la Justicia consideró que “no hay motivos de ningún tipo para modificar un régimen de tenencia acordado hace cinco años por la ex pareja”. En este sentido, Quintero opinó: “Lo más alentador de este fallo es que los prejuicios no tuvieron peso y se consideró superior el interés de los niños y la importancia de que mantengan una situación de estabilidad”.

Producción: Paula Bistagnino