Tras haber sido buscado desde la mañana, un hombre sobre quien pesaba prohibición judicial de acercarse a su ex esposa fue detenido por la tarde, acusado de haber prendido fuego el auto estacionado en la casa de ella, en Castelar. Gastón Zárate, de 31 años, quedó imputado por “homicidio agravado por femicidio en grado de tentativa” en dos casos, porque al momento de incendiar el auto en la casa se encontraban su ex, Nadia, con sus dos hijos, de uno de los cuales es padre Zárate. Héctor, padre de la mujer, contó que Zárate fue reconocido por el encargado de seguridad del barrio, quien lo vio “en la pared de la medianera” y lo reconoció porque “hace quince o veinte días anduvo merodeando a la mañana” por la zona en la que vive Nadia, separada de él hace ya dos años, tras sufrir episodios de violencia de género.

A las 6 de la mañana de ayer, al tomar servicio, un empleado de seguridad del barrio, cuya garita queda en la esquina de la casa de Nadia, vio fuego a unos metros. Era el principio de incendio en el garaje de Pedro Goyena 1671, la casa donde viven Nadia y sus dos hijos, en cuyo garaje, separado de la calle apenas por unas rejas, estaba estacionado un Renault 21. Cuando se acercó a ver de qué se trataba, contó el padre de la mujer, el vigilador vio a Zárate “en la pared medianera”, y lo reconoció porque algunos días antes lo había visto merodeando por la zona.

Antes de prender fuego al auto, Zárate lo había rociado con combustible a través de las rejas. Una vez iniciado, el incendio se propagó rápido, dañó el frente, las tejas, unos durmientes y parte de la estructura de la casa, informaron fuentes policiales. A esa hora de la madrugada, en la casa se hallaban Nadia, el hijo de seis años que tuvo con Zárate, y también la madre y otro hijo de la mujer. Luego de que el vigilador diera el alerta, dos dotaciones de bomberos concurrieron a la casa y apagaron el fuego antes de que llegara a afectar el interior de la vivienda, por lo que no se registraron víctimas. “Si esto hubiese sido a las cinco de la mañana y el de vigilancia no estaba, se prende fuego toda la casa”, reflexionó el padre de la mujer.

Voceros judiciales señalaron que, aunque en la casa había cuatro personas, a Zárate se le imputa, por ahora, la tentativa de homicidio de su ex mujer y su hijo, porque está firme la hipótesis de que eran las dos víctimas que buscaba, y que ignoraba que allí se encontraban otras personas. Las mismas fuentes ratificaron que hay pruebas contra Zárate, porque “hay testigos que vieron que el fuego fue provocado por el ex marido” de Nadia.

La noticia trascendió poco después de apagado el incendio. Por entonces, la policía ya buscaba a Zárate. A la tarde, él se presentó voluntariamente en la comisaría de Castelar Norte, situada en Alem y España, y quedó detenido a disposición del fiscal Patricio Pagani, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Morón.

Aunque en un principio el fiscal Pagani caratuló la causa como “incendio doloso”, un delito que prevé de 3 a 10 años de prisión, al sumar datos y antecedentes cambió la calificación por la de “tentativa de homicidio agravado”, que supone penas más graves.

El padre de Nadia explicó que su hija está separada de Zárate hace dos años, que la relación “duró cinco años” y que se distanciaron porque era un hombre golpeador. “Nos dimos cuenta de que la golpeó en la casa cuando vivían juntos. Ella no contaba, nos dimos cuenta nosotros. Estaba con mucho miedo”, dijo Héctor. Fue por esa violencia, explicó, que la Justicia impuso a Zárate una medida de restricción perimetral.

“No podía acercarse a ella ni al nene. El miedo siempre estaba en que la agarre en cualquier lado, en la calle, en el colegio, pero nunca pensé en esto.” Zárate, agregó el hombre, “no tenía contacto ni llamaba para ver cómo estaba su hijo”, y había dejado de pagar el alquiler del departamento en que había convivido antes con Nadia y del que su ex suegro era garante. “Ahora estamos buscando otro lugar para que se vaya a vivir. La casa no va a estar habitable por un tiempo. Los chiquitos están asustados”, señaló.