Tres colectivos fueron asaltados por delincuentes armados en distintos puntos del conurbano bonaerense entre el jueves y el viernes. En dos de los casos, los conductores de los vehículos resultaron con heridas leves, y ninguno de ellos ni de los pasajeros se encontraba internado al final del viernes. Los asaltos a colectivos derivaron en un paro sorpresivo de doce horas el viernes pasado, tras el asesinato de un chofer.

El primero de los hechos ocurrió el jueves por la noche, cuando tres chicos de entre 9 y 14 años subieron al interno 203 de la línea 407 en el cruce de Bergallo y Tomkinson, en Béccar. Tras pagar el boleto, dos se dirigieron al fondo del colectivo y el tercero permaneció al lado del chofer, a quien amenazó con un arma para que se detuviera cuando el vehículo circulaba por la esquina de Newbery y Tomkinson, cerca de La Cava. Mientras el joven ubicado delante, que parecía el mayor de los tres, despojaba de dinero y objetos personales al conductor, los otros dos jóvenes, munidos de cuchillos, sustrajeron el dinero y valores de los cinco pasajeros que viajaban en ese momento, descendieron y los tres se internaron a la carrera en La Cava.

El segundo de los hechos, también ocurrido el jueves, fue en el interno 19 de la línea 320, al que dos hombres subieron en Tres de Febrero, mientras el chofer cambiaba el cartel ubicado en el frente antes de iniciar el recorrido. En cuestión de segundos, los ladrones despojaron a la víctima de sus pertenencias y, antes de escapar, lo golpearon en una oreja, produciéndole un pequeño corte superficial.

El último asalto se registró ayer a las 6.30 de la madrugada, cuando un vehículo de la línea 318 hacía su ruta en el barrio Don Orione, de Claypole. Allí, tres delincuentes armados subieron al colectivo con intenciones de robo, aunque otro chofer que viajaba en el fondo del vehículo como uno más de entre los cuatro o cinco pasajeros del transporte se abalanzó sobre ellos y comenzó a forcejear.

Sorprendidos por el arrebato, los ladrones lograron librarse del hombre, bajaron y, desde la calle, efectuaron varios disparos de arma de fuego mientras escapaban, aunque no lesionaron a nadie. De acuerdo con el relato de los testigos, durante el forcejeo el hombre sufrió una herida cortante en la parte posterior del muslo izquierdo, aunque no llegó a advertir si alguno de los delincuentes lo atacó con un cuchillo o si se provocó la herida a sí mismo al golpear con alguna superficie en punta dentro del colectivo.

El herido fue atendido en el hospital de Burzaco, donde los médicos le efectuaron las curaciones correspondientes, y fue dado de alta poco después.