Cuarenta mil personas se reunieron para homenajear a Ceferino Namuncurá en su pueblo natal, Chimpay, de Río Negro. Esa cantidad fue estimada por fuentes policiales, y la convocatoria se produjo en vísperas del aniversario de su nacimiento, el 26 de agosto de 1886. En el “Parque Ceferiniano” de ese pueblo, a 380 kilómetros de Viedma, los obispos de General Roca, Neuquén y Bariloche concelebraron la misa principal. En la tarde arribó la “Cabalgata de la Fe”, formada por 300 jinetes criollos. Namuncurá había querido ser el primer sacerdote mapuche pero la tuberculosis lo mató a los 18 años. La Iglesia lo reconoce como “venerable en los altares”.