El dueño de un local de venta de comidas murió de un balazo en el pecho al resistirse a que tres delincuentes robaran en su comercio del barrio porteño de Barracas el sábado por la noche. Los hombres escaparon y anoche se encontraban prófugos. La investigación del homicidio está a cargo de la Fiscalía Nacional Criminal de Instrucción porteña 31. En uno de los bolsillos del pantalón de la víctima hallaron 1500 pesos en efectivo.

En el interior del local de Rincón Norteño, donde se realizaban repartos de empanadas tucumanas y otros platos típicos del norte del país, ubicado en avenida Montes de Oca 269, en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires, se encontraban el sábado su propietario –Martín Brullo, de 36 años–, empleados y algunos clientes ocasionales cuando, alrededor de las 22.30, irrumpieron tres hombres armados. De acuerdo con el relato de los testigos, los asaltantes primero sustrajeron las pertenencias de los clientes y luego le exigieron a Brullo la entrega de la recaudación, ante lo cual la víctima explicó que no contaba con una suma de dinero importante. Entonces, el dueño comenzó a forcejear con uno de los ladrones al que golpeó con un palo de escoba. Uno de los otros dos recién llegados le disparó en el pecho. Luego el trío abandonó el local y en un automóvil color negro huyeron por la avenida Montes de Oca, al tiempo que los testigos llamaban al 911.

Agentes de la Policía Federal de la comisaría 16 arribaron al comercio y encontraron a Brullo herido. El orificio en su pecho era tan profundo que la bala llegó a salir por su espalda. El Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) se hizo presente en el lugar minutos después y constató que el dueño ya estaba muerto. La herida en el costado izquierdo del tórax le había provocado un sangrado masivo.

En tanto, los peritos de la Unidad Criminalística Móvil de la Policía secuestraron un proyectil y una vaina servida calibre 9 milímetros y el palo de escoba. Además, levantaron huellas en el local en busca de rastros de los prófugos. Por su parte, los detectives de la División Homicidios entrevistaron a testigos y buscaron cámaras de seguridad instaladas en la vía pública y edificios linderos. La causa, caratulada como “homicidio en ocasión de tentativa de robo a mano armada”, quedó a cargo de la Fiscalía Nacional Criminal de Instrucción 31 porteña.