El Hospital Vecinal de Villa Porvenir, en Avellaneda, se salvó ayer de ser rematado gracias a una rápida intervención del gobierno municipal que, impulsado por los vecinos, presentó un recurso de amparo ante un juez federal para detener la subasta pública del inmueble. Ahora, el centro asistencial tendrá 60 días para sanear su economía y encontrar la forma de pagar los 36 mil pesos que adeuda a su demandante, un ex empleado que inició una demanda laboral. Tras la suspensión de la medida, el gobierno nacional comprometió su apoyo para salvar esta clínica privada que, sobre todo, cubre las necesidades asistenciales de personas de la tercera edad.
Las malas administraciones y la crisis del sistema de salud durante el año pasado pusieron al borde de la quiebra a numerosas clínicas, entre ellas al Hospital Vecinal de Villa Porvenir que, pese a su nombre, no es un centro de salud cooperativo ni un establecimiento público sino un emprendimiento privado que a un muy bajo precio –2,50 pesos la cuota más un abono por cada consulta– atiende sobre todo a las personas mayores de la zona.
Para ellos, el hospital es una gran ventaja y por eso, cuando se enteraron de que lo iban a rematar, salieron a la calle junto con los trabajadores para luchar por su continuidad. “El problema comenzó cuando una empresa que trabajaba en el laboratorio del hospital desapareció sin pagar a sus empleados”, explicó la secretaria del centro asistencial, Teresa Paolini, antes de enterarse de que el remate se postergaría al menos 60 días por un amparo judicial. “Luego de intentar sin éxito hacerle juicio a la empresa fantasma, algunos empleados nos hicieron la demanda a nosotros para recuperar su dinero. Y ahora estamos a punto de ser rematados.”
Pero esta solución, transitoria, no implica más que eso y si no se logra poner en pie al hospital en dos meses finalmente será rematado. “Ahora viene el problema de ver qué hacemos, ya que por ahora paramos este juicio de 36 mil pesos, e incluso se puede llegar a conseguir el dinero para cancelar la deuda, pero eso no hace un proyecto sustentable que permita la continuidad de la clínica”, dijo a Página/12 el intendente de Avellaneda Oscar Laborde, quien explicó que desde el gobierno nacional aseguraron su compromiso para salvar este centro de salud que ya lleva 92 años en la zona.