Desde Salta

Antes de la lectura de la sentencia, como es habitual en los juicios orales, los cinco imputados tuvieron la oportunidad de pronunciar sus “palabras finales” que, más allá de lo dicho antes, en las indagatorias, brindan la posibilidad de hacer una “petición a los jueces”, como recordó al abrir la primera parte de la audiencia de ayer el presidente del tribunal, Angel Amadeo Longarte. En ese marco, y con esa aclaración previa, sorprendió la declaración que hizo el entonces imputado y luego condenado Gustavo Orlando Lasi, que en lugar de un pedido de clemencia o de atenuación de la pena en su contra fue nada más y nada menos que la ratificación de una confesión, aunque en ella volvió a involucrar a sus consortes de causa, Santos Clemente Vera y Daniel Octavio Vilte Laxi, luego absueltos.

Lasi comenzó dirigiéndose “al padre de las chicas”, en alusión a Jean-Michel Bouvier, el papá de Cassandre, a quien le dijo: “Siento mucho lo que ha pasado, por ahí él se queda con una duda, pensando que hay otra gente en esto, cuando no la hay. Yo quiero que él pueda conseguir el descanso eterno de su hija. Yo dije que hay tres personas en este caso y esas tres personas están acá. Yo nunca pude haber acusado a nadie siendo inocente”. Agregó que es mentira lo que se dice en los epígrafes de las fotos en la que él aparece “diciendo que me estuve riendo del juicio; en ningún momento me estuve riendo, sólo en un momento que conversaba con los abogados”. Finalizó con un “estoy en sus manos, pido algo justo”.

Otro momento, cuando menos curioso, se produjo fuera del recinto, al finalizar la primera parte de la audiencia, cuando el fiscal del juicio, Félix Elías, fue consultado por los periodistas acerca de la ratificación de Lasi respecto de quiénes eran los responsables del crimen ocurrido en la Quebrada de San Lorenzo. “Me parece muy bien, estoy de acuerdo con lo que dijo”, respondió Elías, quien despertó algunas sonrisas entre la prensa y recibió una repregunta: “¿Cómo dice que está de acuerdo cuando usted pidió perpetua sólo para Lasi y Vera y la absolución de Vilte?”. Allí tuvo que aclarar que se refería al hecho de que Lasi haya ratificado la hipótesis que se gestó en la investigación de primera instancia y llegó al juicio oral.

En sus sucesivas indagatorias, las declaraciones de Lasi siempre han generado polémica y poca credibilidad. Página/12 pudo escuchar en forma detenida el audio de su última declaración, antes de los alegatos, y resulta poco convincente su relato cuando señala a Vilte y a Vera como quienes comenzaron el robo y la agresión sexual contra las dos turistas. Y mucho menos cuando dice que el segundo de ellos le pidió la carabina calibre 22, con la que se produjo el doble homicidio. Ese día, Lasi llevaba el arma propiedad de su familia porque había salido a “cazar palomas”.

El abogado de Vilte, Marcelo Arancibia, le comentó a este diario, antes de oír la sentencia, que “si Lasi no hubiera querido participar de la violación, con su arma podría haber amenazado a Vera y a Vilte para que no cometieran ese acto indigno”. En su relato de los hechos, sobre todo luego de la certeza del examen de ADN que lo señala como abusador sexual de las dos víctimas, “causa indignación”, sostuvo Arancibia, cuando se refiere a la brutal violación diciendo frases como: “Tuve relaciones”, “Tuve acceso” o “Acabé”.

El turno de expresiones finales, en la jornada de ayer, fue abierto por Vilte Laxi, quien señaló sin más: “No entiendo por qué estoy acá, por qué estoy preso, cuando jamás tuve contacto con estas dos chicas. No las violé, no las maté, jamás me junté con Vera y mucho menos con Lasi”. El que siguió fue Vera, quien se declaró “totalmente inocente, no tuve nada que ver con esto, siempre fui una persona humilde y trabajadora, nunca hice mal a nadie y no entiendo por qué estoy acá, cuando siempre hice las cosas bien”.

Siempre dirigiéndose a los jueces, Vera sostuvo que Lasi “siempre dijo mentiras porque siempre tuvimos problemas con su familia. Desde que fui chico tuvimos problemas con su padre (Walter Lasi) y con toda la familia, es una cadena de problemas los que tuvimos”. Terminó afirmando que tiene “las manos limpias y la conciencia tranquila”.