La Cámara Federal de Casación Penal admitió un hábeas corpus a favor de todos los presos alojados en la cárcel de Ezeiza, quienes reclaman porque cuentan con escasas ambulancias para sus traslados cuando necesitan atención extramuros y, además, están mal equipadas, no tienen acompañamiento de médicos y con frecuencia son usadas para otros fines.

La Sala IV de la Casación, con los votos de los jueces Gustavo Hornos y Alejandro Slokar y la disidencia de Juan Carlos Gemignani, hizo lugar al reclamo del defensor oficial Nicolás Toselli, quien denunció el “agravamiento de las condiciones de detención de las personas alojadas en la unidad penitenciaria”. Los detenidos allí ven lesionado “el derecho a la tutela judicial efectiva y al debido proceso” a raíz del “estado de las ambulancias y las falencias que presentan para efectuar los traslados” y “la falta de acompañamiento médico de los detenidos que así lo requieran por sus condiciones de salud”, señaló.

Toselli explicó que “los traslados que se disponen judicialmente mediante comisiones especiales en razón de algún problema de salud que afecte a los internos, se realizan en móviles que si bien externamente tienen el aspecto de ambulancias, no se encuentran equipados con elementos tecnológicos suficientes para prestar asistencia a los internos que así lo requieran”. El defensor oficial Toselli señaló que existen casos de “internos que se encuentran en sillas de ruedas, con sondas o que padecen distintas enfermedades de gravedad” que “fueron trasladados en móviles que revisten apariencia de ambulancia pero que en el interior carecen de elementos idóneos” y que “tampoco contaban los internos trasladados con el acompañamiento o asistencia de algún médico o enfermero”. El fallo de Casación advirtió que los jueces de instancias anteriores que habían rechazado el hábeas corpus resolvieron sin conocer la situación de manera directa.