Las tres nenas, de entre 4 y 13 años, estaban desnutridas y desalineadas. Caminaban sin rumbo por Monte Chingolo, en Lanús, cuando fueron rescatadas. Las tres tenían marcas de torturas y otros malos tratos y al menos una de ellas sufrió abusos sexuales. Las tres habían logrado escapar de la casa donde las mantuvieron esclavizadas, se cree, durante casi cuatro años. Los propietarios de esa vivienda –una pareja– fueron detenidos. Las tres niñas habían sido entregadas a la pareja por sus madres, no se sabe aún si a cambio de dinero.

Graciela Ledesma, de 45 años y con seis hijos, y su tío Jorge Luis Russo, de 54, fueron detenidos el lunes durante un operativo ordenado a partir de la aparición de las nenas “que se encontraban deambulando” el domingo por Monte Chingolo, según informó el comisario general Sergio Gil, jefe de la Superintendencia de Zona Sur II de la Policía Bonaerense.

Dos de las víctimas son hermanas. Tienen 12 y 4 años. La tercera es la tía de ambas y tiene 13. Todas lograron escapar de la vivienda, ubicada en Bouchard al 2000, en la que permanecieron cautivas desde 2010. Una vecina las habría ayudado a huir.

Ledesma y Russo están acusados de lesiones graves, corrupción de menores, explotación sexual agravada, trata de personas agravada y reducción a la servidumbre agravada. El hombre también está imputado por “abuso sexual agravado por la situación de convivencia preexistente, por servidumbre de las víctimas menores de 16 años, aprovechando su inmadurez sexual”, afirmó la Fiscalía General del departamento judicial de Lomas de Zamora. Ledesma se encuentra alojada en la Comisaría de la Mujer mientras que Russo, en la comisaría sexta de Lanús.

A ambos se les tomó el lunes una declaración indagatoria, en tanto, se les realizaron estudios psicológicos a las víctimas, que hasta ayer a la noche no habían declarado formalmente. El hombre y la mujer habrían confesado que las niñas fueron entregadas por sus madres para que las cuidaran y admitieron que profesaron el rito umbanda, aunque afirmaron que ya no lo hacían, y negaron haberlas esclavizado, maltratado o abusado. En tanto, “la pericia psicológica preliminar de las nenas corrobora, en principio, la acusación fiscal”, enfatizaron desde la fiscalía.

Las niñas, oriundas del barrio Los Hornos, de la ciudad de La Plata, permanecen alojadas en un hogar de la capital bonaerense, según informó la Secretaría de Niñez y Adolescencia de la provincia de Buenos Aires. “Fueron atendidas en un primer momento por profesionales médicos, además de psicólogos del Servicio local de Promoción y Protección de Derechos de Lanús, y desde su traslado están acompañadas por profesionales de esta secretaría”, informó ayer el organismo, a través de un comunicado.

El fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción (UIF) Nº 4 de Lomas de Zamora, Jorge Grieco, relató en su acusación que las nenas “vivían en situación de esclavitud” en la casa de Ledesma, “eran abusadas por Russo y otros hombres en el marco de supuestos rituales umbanda”, aunque, hasta donde se sabe, los rituales de esa religión no incluyen abusos sexuales ni torturas.

El fiscal estimó que las niñas “se encontrarían en esa situación desde el año 2010”. Describió que “presentan signos de golpes, abusos de todo tipo propios de una situación de esclavitud laboral y sexual”.

Los investigadores manifestaron que las menores permanecían en la vivienda “sin oportunidad de educarse, sin poder salir, reducidas a explotación sexual y laboral” y expresaron que “las tenían de rodillas cuando se negaban a realizar lo que se les pedía”. Asimismo, relataron que “fueron rapadas, las dejaban en el patio en invierno y les tiraban agua helada”. Las mismas fuentes sostuvieron que “les pegaban trompadas y patadas, con un palo con pinches, y las quemaban con tijera y tenedor, que previamente eran pasados por aceite hirviendo”.

Cuando las niñas fueron encontradas, “estaban desnutridas, mal alineadas, con falta de aseo y presentaban signos de haber sufrido violencia física y psicológica”, relató el comisario general Gil. En un primer momento, “fueron asistidas por profesionales médicos, además de psicólogos del Servicio local de Promoción y Protección de Derechos de Lanús”, confirmó la Secretaría de Niñez bonaerense.

La policía allanó ayer a la tarde la vivienda de Monte Chingolo, donde secuestró celulares, estatuillas religiosas de todo tipo y una computadora, según informaron desde esa fuerza de seguridad. “En la vivienda había dos jóvenes menores de edad, uno hijo de la mujer detenida y el otro de una amiga de la mujer, que por ahora están demorados y es el fiscal el que debe resolver su situación”, dijo el comisario general Gil. Asimismo, funcionarios del gobierno bonaerense intentaban ayer a la noche ubicar a la madre de las menores, que ya fue identificada pero no pudo ser localizada.

La causa está a cargo del juez de Garantías Nº 4 de Lomas de Zamora, Esteban Bacchini.