El gobierno español y el principal partido de la oposición acordaron una modificación a la Ley de Extranjería: a partir de 2004 se entregarán visas temporales a los extranjeros que quieran viajar a ese país en busca de trabajo. El objetivo de la enmienda, se explicó, es “luchar mejor” contra las mafias e incentivar los flujos migratorios legales.
Así lo acordaron ayer el gobernante Partido Popular (PP) y el opositor Partido Socialista (PSOE), cuyos representantes resolvieron la incorporación de una serie de cambios tendientes a hacer “más eficaz” la Ley de Extranjería y terminar con la “marea de inmigración ilegal que aflige a España”, según explicó el portavoz del PSOE, Jesús Caldera.
Con la nueva norma, hijos y nietos de ciudadanos españoles podrán conseguir permisos por tres meses para buscar trabajo y, en caso de conseguirlo, podrán continuar el trámite para su residencia legal en el país. Para el resto de los extranjeros, la modificación prevé una reglamentación similar, con visas de tres meses de duración y la posibilidad de extender la permanencia legal pero sólo para ciertos sectores laborales, no especificados.
Tras el anuncio, la secretaria de Políticas Sociales y Migratorias del PSOE, Consuelo Rumí, remarcó que la modificación también incluye el endurecimiento de penas por la contratación de trabajadores inmigrantes en forma irregular.