El oficial Carlos Alvarez, de 52 años, quien cumplía tareas administrativas en la División Delitos Federales de la Policía Federal, fue asesinado de un balazo en el pecho en Avellaneda, por varios delincuentes que intentaron robarle el auto en el que iba, un Alfa Romeo 164, modelo 1990. En otro episodio ocurrido también en el sur del conurbano, en el partido de Lanús, el oficial subinspector de la Policía Bonaerense Adrián Alfredo Acuña fue herido de ocho balazos cuando se resistió a un asalto de similares características.
Carlos Alvarez es la víctima fatal número 30 de la Policía Federal en lo que va del año. El caso ocurrió a las 21 del viernes, en un semáforo ubicado en Mujeres Argentinas y el Viaducto, en Avellaneda. El oficial fue asesinado porque se negó a entregar el auto en el que viajaba. Recibió un balazo calibre 45 en el pecho. Alvarez iba vestido de civil y no alcanzó a sacar el arma que llevaba calzada en el cinto de su pantalón. La muerte se produjo cuando Alvarez era llevado al Hospital Fiorito.
La agresión contra el subinspector de la Bonaerense Adrián Alfredo Acuña, de 31 años, se produjo en la madrugada de ayer en las cercanías de un bingo de Lanús, donde el oficial había pasado la noche, ya que estaba de franco. Cuando Acuña se dirigía a un bar cercano, para tomar un café, advirtió que varios hombres trataban de robarle el auto, un Peugeot 306. A pesar de que sufrió heridas graves, Acuña se estaba reponiendo en el Hospital Churruca, donde se dijo que está “fuera de peligro”.