SOCIEDAD › CAMBIO DE POSICION DE MENEM SOBRE LA MUERTE DE SU HIJO, QUE AHORA CREE PUDO HABER SIDO ASESINADO
El juez del caso recibirá un nuevo peritaje sobre las fotos y un video para zanjar el tema de si hubo un francotirador.
› Por Raúl Kollmann
El juez Carlos Villafuerte Ruzo recibirá, a principios de octubre, una pericia realizada por dos expertos del Concejo Nacional de Investigaciones Científicas (Conicet) que revisarán un video y fotos tomadas instantes después de la caída del helicóptero que piloteaba Carlos Menem Junior. Los expertos en imagen, que son de la Universidad de Tucumán, analizarán si existen rastros de proyectiles en el aparato. Este mismo mes, en fecha todavía sin determinar, el magistrado le podría tomar declaración, en forma personal, al ex presidente Carlos Menem, padre de Junior, quien cambió su óptica sobre la muerte de su hijo: siempre dijo que fue un accidente y ahora presentó un escrito en el que afirma que fue un atentado. En ese mismo texto, Menem padre sostuvo que al joven le sacaron el respirador artificial y que eso determinó o aceleró su muerte. En su momento, hubo una gigantesca junta médica que evaluó la muerte de Junior. Se realizó en el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la UBA y concluyó en que no hubo mala praxis del hospital San Felipe, de San Nicolás. Por unanimidad se determinó que el hijo del presidente y de Zulema Yoma falleció por una fractura en la base del cráneo.
El caso de Carlitos salió del archivo a raíz de la apelación de Zulema ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Se llegó a una solución amistosa con el Estado argentino sobre la base de la realización de una nueva autopsia y algunas pericias más. La autopsia fue desistida, pero Villafuerte Ruzo hizo lugar a varias medidas de prueba pedidas por Juan Labaqué, abogado de Zulema. Como se sabe, el caso Menem Junior estaba archivado luego que el juez no encontrara delito en lo ocurrido. El magistrado sostiene –sobre la base de unos cuarenta testimonios– que Carlitos piloteó en forma imprudente el helicóptero, se llevó por delante los cables de alta tensión y murió producto de la caída del aparato. El fallo de Villafuerte Ruzo fue confirmado por la Cámara Federal de Rosario y luego, tanto la Cámara de Casación como la Corte Suprema confirmaron el fallo de primera instancia. Villafuerte, además, investigó la muerte de algunos testigos, episodios que consideró sin vinculación con lo ocurrido con Carlitos.
Según contó la mamá de Junior, a fines de año conversó con Carlos Menem y éste le dijo que había reevaluado lo que pasó con su hijo, y que tiene la convicción de que a Carlitos lo mataron. A raíz de ello, Zulema le pidió al juez que llame a declarar al ex presidente y actual senador. Sorpresivamente, Carlos Menem presentó un escrito –está en su derecho por ser legislador nacional– señalando que había cambiado de opinión, que pensaba que su hijo murió en un atentado y que, además, le llamó la atención que le habían sacado el respirador antes de que él llegara al hospital. Zulema da una versión levemente distinta: que Carlos Menem vio a su hijo con vida y que después alguien le sacó el respirador sin su autorización. Sea como fuere, el fiscal Matías Di Lello le pidió al juez que llame a declarar a Menem en forma presencial, para que profundice en las razones sobre su cambio de opinión. “El escrito de Carlos Menem fue muy breve, de apenas dos o tres fojas. Y me pareció que, además, no explica por qué considera que hubo un atentado. De manera que para no perder seis meses entre preguntas y respuestas, propuse que se lo citara en forma personal para que explique su cambio de mirada. Piense que no sólo es el padre de la víctima, sino que era el presidente de la nación”, le dijo Di Lello a Página/12.
Villafuerte Ruzo aceptó el pedido del fiscal y la toma de declaración será mantenida en reserva para impedir tumultos en la cobertura periodística. Habrá que ver si Menem padre acepta declarar en forma presencial –la lógica indica que sí– y se determinará si se hace en el juzgado de San Nicolás, en el Congreso o tal vez en el domicilio del ex presidente.
Uno de los puntos notorios señalados por Menem padre es que percibió que en el hospital se hizo una maniobra extraña con el respirador. El dice que cuando llegó al San Felipe a Junior ya le habían sacado el respirador. Zulema, en cambio, sostiene que Menem padre vio a su hijo todavía con vida y con el respirador y que éste fue sacado sin consentimiento, provocando la muerte. En el diálogo que mantuvo el juez con Radio Del Plata, el jueves pasado, recordó que él mismo convocó a una amplísima junta médica en la que participaron unos veinte profesionales, entre ellos toda la cabeza del Cuerpo Médico Forense, que depende de la Corte Suprema. En esa junta médica se dictaminó por unanimidad que el hospital San Felipe actuó de forma correcta y que Junior murió por los traumatismos producidos por la caída del aparato. Fundamentalmente una fractura en la base del cráneo y un hundimiento de seis centímetros de la parte superior del cráneo. El perito médico de Zulema firmó en disidencia, pero las conclusiones fueron suscriptas por todos los médicos que participaron de la Junta.
También Villafuerte Ruzo puso en marcha otra medida de importancia y que tiende a establecer si el helicóptero fue atacado por uno o más francotiradores, la principal hipótesis de Zulema. La mamá de Junior sostiene que los proyectiles fueron descubiertos por una pericia realizada por la Gendarmería, pero en el juzgado alegan que no hay un sólo testigo que haya escuchado tiros y que, además, cuando intervino la Gendarmería, el helicóptero ya había sido desguazado –figuraba como propiedad de una empresa de Emir Yoma– y estaba en un depósito de la aseguradora, sin custodia. Además, las dos pericias claves inmediatas a la caída, la realizada por la Junta de Accidentes Aéreos de la Fuerza Aérea y la que hicieron los dos especialistas enviados por la empresa que fabricó el helicóptero, la Bell, coincidieron en que se trató de un accidente producto del choque contra los cables que cruzaban la ruta.
Pese a todo, Villafuerte Ruzo ordenó hacer un nuevo estudio, pero esta vez sobre las imágenes tomadas instantes después de la caída del aparato. Por un lado, está la filmación del canal 4 de Ramallo, con las tomas realizadas por el camarógrafo Raúl Maseda, el primero que llegó al lugar. Por el otro lado, están las fotografías tomadas por la Junta de Accidentes Aéreos y también por la Bell, que son también inmediatamente posteriores a la caída, cuando el helicóptero todavía estaba custodiado por orden de un juez provincial, ya que por entonces no intervenía la Justicia federal.
Villafuerte Ruzo le pidió la pericia de imágenes al FBI, pero éste dijo que no, y está pendiente una respuesta de la Gendarmería francesa. Se supone que es una de las instituciones con mejor tecnología en la materia. Sin embargo, y aunque sigue esperando la respuesta desde París, el magistrado le pidió colaboración al Conicet que, a su vez propuso a dos expertos del departamento de Luz e Imagen de la Universidad de Tucumán. Los profesionales recibieron los elementos –el video y las fotografías– a fines de agosto, y se calcula que en los primeros días de octubre darán su dictamen. Como perito de parte de Zulema Yoma actúa Enrique Prueguer.
Una vez recolectadas las nuevas pruebas y las que se deriven de las medidas ordenadas, es casi seguro que el juez emitirá una resolución en la que dirá si se alteró en algo el cuadro que lo llevó en su momento a dictaminar que la caída fue producto de un accidente. Dentro de pocos meses, el 15 de marzo de 2015, se van a cumplir 20 años de la muerte de Junior y parece cantado que el juez querrá llegar a ese momento con la revisión del caso completada.
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