La Justicia Federal condenó a cinco años de prisión a Ana Alicia Taviansky y a tres años a Verónica del Jesús Olivera, las dos imputadas en el primer juicio que se realizó en Tucumán por un caso de trata de personas. La víctima fue una joven de esa provincia que las acusadas intentaron llevar al sur del país para su explotación sexual y contó con el apoyo de la Fundación María de los Angeles. Susana Trimarco, su presidenta, presenció ayer el dictado de la sentencia.

El fallo fue firmado por el tribunal integrado por Alicia Noli, Gabriel Casas y Carlos Jiménez Montilla, quienes consideraron que Taviansky fue autora voluntaria, mientras que Olivera fue partícipe necesario. Taviansky cumplirá la pena en forma efectiva en la cárcel de mujeres ubicada en la localidad salteña de Güemes, mientras que en el caso de Olivera la condena a prisión es en suspenso, por lo que permanecerá en libertad.

Los fiscales Leopoldo Peralta Palma y Valentina García Salemi habían solicitado en sus alegatos diez años de prisión para Taviansky y cuatro para Olivera.

Al finalizar el juicio, Susana Trimarco, madre de Marita Verón, secuestrada y desaparecida por una red de tratantes en 2002, resaltó que “los jueces y fiscales han respetado e hicieron valer los derechos de la víctima, manejando el juicio con mucho respeto, algo que no sucedió durante el juicio de Marita, debido al maltrato que sufrimos. Vamos por buen camino”. Sin embargo, la titular de la Fundación María de los Angeles señaló que esperaba una pena mayor para las acusadas.

“Pensé que a esta mujer (Taviansky) le iban a dar los 10 años de prisión que pidió la fiscalía, pero seguiremos luchando por todas las víctimas de este país porque este fue el primer juicio y ya vienen otros que la fundación está acompañando a las víctimas”, agregó Trimarco.

La madre de Marita contó que la joven víctima, que tenía 17 años cuando fue engañada, “sigue asistiendo a la fundación para cumplir con la terapia, ya que lo que vivió fue terrible y la marcó para toda la vida”. “Nosotros seguiremos luchando y acompañando a las víctimas, mientras sigo buscando a mi hija, que todavía no apareció”, señaló Trimarco, quien recordó que el juicio por la desaparición de su hija “no tiene aún una sentencia firme y los delincuentes andan en la calle”.

Por su parte, la fiscal García Salemi afirmó que esperaba una pena mayor para Taviansky, ya que “es una tratante muy conocida en el sur del país”. “Una vez que escuchemos los fundamentos seguramente presentaremos un recurso de casación para que la sentencia sea revisada y aumentada conforme el pedido fiscal”, anunció. El recurso va a ser pedido sólo por la condena de Taviansky, ya que por la condena de Olivera “estamos conformes”, explicó García Salemi. “Hemos tenido el primer juicio de trata de personas y las dos imputadas fueron condenadas por ese delito”, destacó y reivindicó el hecho de que “lo valioso no es solamente la condena, sino que también se prueba a través de la condena que el hecho existió, fue probado y que hubo una víctima de trata de persona con fines de explotación sexual”, expresó.

El primer juicio por el delito de trata de personas que se realizó en Tucumán permitió conocer la odisea vivida por la joven que en mayo de 2008 fue trasladada bajo engaño a Puerto San Julián, una ciudad costera 350 kilómetros al norte de la capital santacruceña, para ser sometida a explotación sexual. Según el relato de la víctima, Olivera se ofreció a llevarla para que trabajara como profesora de folklore y le prometió que la tarea sería sencilla, ya que iba a ganar casi 900 pesos por día. Sin embargo, en pleno viaje comprobó que en realidad iba a trabajar en un cabaret cuya propietaria era Taviansky.

En un descuido de Olivera logró avisar a un familiar mediante mensaje de texto y la policía la rescató en la parada que el ómnibus tenía programada en la terminal de la capital cordobesa. Olivera fue acusada de captar y trasladar a las víctimas, mientras que Taviansky fue señalada como propietaria de los prostíbulos donde las adolescentes eran obligadas a prostituirse.