Un hombre de 35 años recuperó su libertad luego de estar detenido por error un año y seis meses en la cárcel de la localidad de Bouwer, Córdoba. Durante un operativo, un policía lo había apresado por tener el mismo apellido que un narcotraficante al que debía detener. El oficial no conocía al delincuente y sólo contaba con su altura, quince centímetros mayor que la persona detenida. La Justicia cordobesa lo imputó en una causa por “narcotráfico” y le dictó prisión preventiva hasta llegar al juicio. En las audiencias finalmente se comprobó la equivocación y se ordenó su liberación. El hombre planea ahora demandar al Estado provincial por daños y perjuicios.

La Cámara 2ª del Crimen de la ciudad de Córdoba resolvió la absolución de Elvio Astrada el viernes pasado, después de que en las dos audiencias realizadas quedara en evidencia que el policía que lo detuvo cometió varios errores.

Primero, no pudo identificar a Astrada en la rueda de reconocimiento que se hizo entre los testigos del caso. Esto motivó que fuera indagado en las audiencias por los camaristas, donde reconoció que detuvo a Astrada porque presentaba el mismo apellido que la persona que le ordenaron detener.

En su declaración, señaló que no conocía al delincuente por fotos y que la única descripción física con la que contaba era su altura, de 1,80 metro. Astrada mide 1,65 metro. Además, también se comprobó que el domicilio en el que se secuestró droga –y que dio argumentos para que se produjera la detención– no pertenecía a Astrada.

“Desde los albores de la investigación, esta defensa fue enfática y contundente en sindicarle al fiscal que el policía que lo detuvo no lo conocía ni físicamente ni por fotos, simplemente tenía las características fisonómicas”, afirmó el abogado de Astrada, Sebastián Macari Gaido.

El letrado indicó que “el policía no lo conocía, sino que investigaba a una persona de 1,80 metro, cuando mi cliente tiene 1,65”. “A pedido de este defensor los hice parar frente a frente con el policía y le pregunté si entendía que mi cliente era más alto o más bajo que él, a lo que contundentemente respondió: ‘No, es más bajo’”, agregó Macari Gaido.

Entre tanto, el fiscal de Instrucción, Marcelo Fenol, defendió su tarea en el caso y señaló que Astrada quedó en prisión preventiva porque su liberación implicaba peligro procesal. “Ha sido una investigación prolija, metódica, que ha estado controlada por un juez de control. Además, fue una investigación valorada por un fiscal de Cámara que ha sostenido la acusación”, precisó Fenol. “Estoy absolutamente seguro de mi trabajo y si ha habido errores van a ser motivo de análisis”, acotó.

El juez Eduardo Valdés, integrante de la cámara que absolvió a Astrada, criticó la falta de experiencia del policía que realizó el trabajo de inteligencia, con sólo seis meses de trabajo. “Es un tema de a quién se manda a hacer ese trabajo de inteligencia, creo que era el primer procedimiento que hacía un policía con poca antigüedad y muy poco grado en la repartición”, indicó Valdés.

Una vez que recuperó su libertad, Astrada anticipó que demandará al Estado provincial por daños y perjuicios.