Mié 17.09.2003

SOCIEDAD  › HABRA NUEVAS DEMORAS Y SUSPENSIONES DEL SERVICIO DE SUBTE

Días de larga espera bajo tierra

Metrovías dice que no garantiza el normal funcionamiento por el conflicto gremial. El gobierno porteño intimó a la empresa.

“La normal prestación del servicio de subte está en riesgo hasta tanto se encuentre una solución”, anunció ayer la empresa Metrovías luego de dos jornadas en las que miles de usuarios soportaron constantes demoras y paralizaciones de los servicios en todas las líneas: ayer les tocó el turno a las líneas B y E. El conflicto iniciado el viernes último tras la resolución del gobierno porteño en favor de la reducción de la jornada laboral superó de inmediato la discusión entre la empresa y sus trabajadores, que ayer se vieron respaldados por dos decisiones judiciales que intiman a Metrovías a garantizar el funcionamiento normal de todos los servicios. En tanto, la empresa insiste en que “el cambio de horario no está vigente y que los empleados tienen que cumplir turnos de 8 horas o serán pasibles de sanciones”. Sin embargo, esa actitud volvió a ser cuestionada por el subsecretario porteño de Regulación y Fiscalización, Marcelo Antuña, quien explicó a Página/12 que “si se constata la violación de lo establecido por la resolución, Metrovías va a ser multada por eso. La medida tiene vigencia y, si mañana (por hoy) no funcionan los subtes, la única responsable va a ser la empresa concesionaria”.
Hasta ayer, Metrovías insistió en que la resolución 1105, publicada el viernes último en el Boletín Oficial, había quedado impugnada el lunes por dos apelaciones presentadas ante la Subsecretaría de Regulación y Fiscalización del gobierno porteño. “Pero no es así. El sábado, dos jueces de la ciudad hicieron lugar a dos presentaciones diferentes de empleados del subte y ordenaron a Metrovías cumplir con el normal funcionamiento del servicio. Entonces, si el subte no funciona, la responsabilidad va a ser de Metrovías”, remarcó Antuña.
Esas dos medidas judiciales surgieron, por vía separada, de los juzgados en lo Contencioso Administrativo número 2 y 6 de la ciudad, a cargo de Roberto Gallardo y Patricio López Vergara, respectivamente. En el marco de esa investigación y ante las posibles presiones de la empresa para que sus empleados cumplan turnos de 8 horas, Gallardo realizó ayer un operativo en cada una de las cabeceras de las cinco líneas de subte en busca de registros que informen si los empleados fueron obligados a trabajar más allá del nuevo horario establecido y a pesar del diagnóstico de insalubridad para gran parte de los trabajadores de subterráneos. El relevamiento duró varias horas y fue realizado en conjunto con decenas de efectivos de la Policía del Trabajo. “El relevamiento determinará si se incumplió con la resolución. De ser así, Metrovías podría recibir una multa desde nuestra Subsecretaría, independientemente de las sanciones judiciales que puedan caerle por esto”, aseguró Antuña.
La empresa concesionaria de las cinco líneas de subte que tiene la ciudad ya había sido sancionada en marzo pasado con una multa superior a los tres millones de pesos por la Subsecretaría de Regulación y Fiscalización, justamente por no haber cumplido con la adecuación a las normas de salubridad vigentes. “El diagnóstico de insalubridad es exactamente igual que hace casi diez años, cuando en 1994 Metrovías ganó la concesión del servicio e hizo un relevamiento de la situación. Por supuesto que nunca lo mejoró, a pesar de que estaba obligada a hacerlo”, denunció Ricardo Guarachi, empleado de Metrovías y secretario de la Unión Tranviaria Automotor (UTA). La misma denuncia fue ratificada por Antuña, quien agregó que “los mismos lugares que la empresa detectó en 1994 que no cumplían con las normas de salubridad son los mismos que nosotros detectamos ahora, cuando realizamos un estudio y descubrimos que el 82 por ciento de los 150 choferes y guardas de los subtes sufrieron pérdidas de audición”, aseguró.
Ante los cuestionamientos, Metrovías salió ayer al cruce para decir que la solución no está en sus manos y que “la normal prestación del servicio está en riesgo”. Según explicó a Página/12 el vocero de la empresa, Juan Ordóñez, “la resolución no está firme ya que Metrovías presentó dos impugnaciones y la jornada de seis horas no entrará en vigencia hasta tanto no se resuelvan las presentaciones”. “Nosotros creemos verdaderamente que el subte no es insalubre. Hicimos estudios en el INTI y la UTN y no es cierto que los empleados hayan sufrido pérdidas auditivas. Más allá de esto, la resolución no es válida por las apelaciones y, por lo tanto, empezamos a notificar por telegrama a los empleados de que son pasibles de recibir sanciones por no cumplir con el horario de trabajo. De todos modos no fue un gran porcentaje el que hizo abandono a las seis horas y por eso pudimos mantener los servicios con planes de emergencia y personal jerárquico. Pero la solución no la tenemos nosotros sino que tiene que salir del Ministerio de Trabajo, con el que ya nos reunimos el lunes, y esperamos que vuelvan a convocarnos”, explicó Ordóñez anoche.
En esas condiciones, todo indica que hoy también miles de usuarios volverán a soportar demoras, suspensiones y trayectos más cortos, especialmente a partir del mediodía, momento en el que se producen los primeros cambios de turno del personal. “Al margen de toda cuestión de expediente y de interpretación, lo que está en peligro es la salud. No hay que especular con cuestiones que son sensibles, se trata de la calidad de vida de los trabajadores de subtes”, opinó el titular de la UTA, Juan Manuel Palacios, y defendió las seis horas de trabajo.

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