“Ramal que para, ramal que cierra”. Hay quienes afirman, todavía, que las palabras del ex presidente Carlos Menem resuenan, terroríficas, en los rincones más oscuros de la estación Santa Fe del ex Ferrocarril Mitre, en San Juan y Zabala, en la zona sur de la capital provincial. Hoy a las 11, con ropaje de exorcista, una formación ferroviaria llegará a la vieja estación por primera vez en 11 años, con la intención de espantar a los porfiados fantasmas. El silbato del tren, que luego de este viaje simbólico llegará una vez por semana, todos los sábados, procedente de Retiro, volverá a ponerle ruido de estación a un lugar que hasta hace poco fue refugio de evacuados por la gran inundación que afectó a la ciudad de Santa Fe. El estado del edificio es aceptable, a pesar de todo, ya que desde hace un tiempo funcionan allí la Fundación Fernando Birri y el Ferroclub, una entidad santafesina dedicada a rescatar los valores de un medio de transporte que fue herido de muerte por el menemismo.
“Con un poco de voluntad, a la estación se la puede rescatar perfectamente porque es un edificio sólido y porque fue una suerte que en este tiempo hayamos estado nosotros y la gente de la Fundación Birri; de lo contrario el deterioro hubiera sido mucho más importante”, comentaron a Página/12 voceros del Ferroclub de Santa Fe, que preside Luis Rabaini. Es mucho peor el estado en que se encuentra la estación ferroviaria del Belgrano, en la que, todavía, se alojan personas evacuadas que viven en precarias condiciones.
El servicio que llegará a Santa Fe utilizará las unidades del ex Ferrocarril Mitre, otorgado en concesión a la empresa Nuevo Central Argentino (NCA), con gerenciamiento de Trenes de Buenos Aires (TBA). Cada servicio contará con cuatro vagones, dos de clase turista, uno de primera y un pullman. Los andenes, boleterías y baños de la estación propiamente dicha tuvieron que se acondicionados para esta reapertura.
El edificio había sido cedido en comodato a la Municipalidad de Santa Fe, que ubicó en uno de los sectores a la Fundación Birri. El 3 de agosto pasado también se reanudaron los servicios ferroviarios a Santo Tomé, la la localidad santafesina que está separada de la ciudad capital por el río Salado, que provocó la gran inundación que se produjo a partir de fines de abril pasado y cuyos efectos todavía no se han disipado. Los afectados, muchos ellos miembros de la clase media santafesina, han instalado desde hace un tiempo la llamada “carpa negra”, frente a la Casa de Gobierno. Reclaman al Gobierno una indemnización por las pérdidas sufridas.
El tren procedente de Retiro tardará diez horas en llegar a Santa Fe, haciendo escalas en Zárate, Lima, Baradero, San Pedro, Ramallo, San Nicolás, Arroyo Seco, Apeadero sur, Rosario Norte, San Lorenzo, Bernardo de Irigoyen y San Eugenio. El regreso del tren forma parte de una decisión del presidente Néstor Kirchner tendiente a lograr que ese medio de transporte “vuelva a unir ciudades”. El boleto para el trayecto Retiro-Santa Fe costará 15 pesos y habrá una frecuencia semanal, confirmó el Gerente de Relaciones Institucionales de TBA, Jorge Molina.
El tren que llegará hoy trae desde Buenos Aires a las principales autoridades de la Secretaría de Transporte de la Nación, dirigentes del gremio ferroviario y directivos de la empresa TBA. El tren partirá de regreso a Buenos Aires hoy a las 11 y tendrá 200 lugares gratuitos para quienes necesiten realizar el viaje. Los servicios hacia Santa Fe partirán desde Retiro todos los viernes a las 23.50 y llegará a la capital de la provincia los sábados a las 10 de la mañana.