“O inventamos, o creamos, o estamos perdidos.” La frase del cubano José Martí fue tomada entre las conclusiones a las que llegaron sociólogos, periodistas, economistas, filósofos y educadores que se reunieron en una conferencia internacional que finalizó ayer sobre distintos desequilibrios que afectan al país y a América Latina. El no pago de la deuda, la repolitización de la educación y la lucha contra una cultura mercantil fueron algunas de las propuestas del encuentro, organizado por la comisión nacional de homenaje a José Martí, que se realizó en la Legislatura porteña y el Colegio Nacional de Buenos Aires.
“La idea es recuperar el riquísimo legado de Martí para plantear los problemas argentinos y latinoamericanos: es también un acto de reparación histórica en el 150º aniversario de su nacimiento”, dijo a Página/12 el politólogo Atilio Borón, a cargo de la organización del capítulo argentino de la Conferencia Internacional por el Equilibro del Mundo: “Martí decía que con desequilibrios extremos el mundo es imposible, inviable; los hechos le dieron la razón”, agregó. “La intención es que no quede en un suceso sino que permita generar un proceso de esclarecimiento y articulación de propuestas”, sostuvo el diputado porteño Fernardo Finvarb, autor de la ley que declaró año martiano a 2003.
La conferencia comenzó el lunes y finalizó ayer: estuvo integrada por 43 intelectuales que participaron en seis paneles sobre desequilibrios sociales, educacionales, económicos, culturales, en las ciencias y en los medios de comunicación. “Los temas que hemos elegido son los que en nuestra opinión sintetizan los grandes problemas que vive la humanidad y los riesgos para su desarrollo futuro. José Martí ha contribuido a un mundo justo, solidario, fraterno y construido con equilibrio; nos parece que es el mejor homenaje a Martí”, explicó Edgardo Form, gerente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC), que organizó el evento junto a CLACSO, la UNESCO, la Asociación Cultural José Martí y la comisión de Cultura de la Legislatura porteña, entre otras asociaciones.
El panel de Desequilibrios culturales, integrado por Eduardo Gruner, Vicente Battista, Ricardo Horvarth, Luis Pincen y Ana Ramb, concluyó que “el desmantelamiento de las responsabilidades del Estado provocó que la política cultural se convirtiese en otra institución de las privatizaciones”. Según la escritora Ramb, “la cultura está en el centro de la batalla ideológica contra el imperio, para quien todo debe quedar dentro del concepto de mercancía”. “Existe una cultura dominadora de depredación de los valores, que no respeta y desconoce al otro. Tenemos que reconocernos como latinoamericanos y recuperar valores comunitarios más allá del dinero. Nosotros vivimos tras un sueño que es ajeno, pretendiendo ser lo que no somos”, dijo Pincen, tataranieto de un cacique tehuelche-mapuche.
Los panelistas de la mesa sobre Desequilibrios sociales, que se realizó el lunes en simultáneo con las mesas sobre Desequilibrios en medios y educacionales, debatieron las experiencias de integración latinoamericana y, por otro lado, los procesos de pauperización, desempleo y concentración de la riqueza “impulsados desde el neoliberalismo”: rescatando la importancia del movimiento de empresas recuperadas, la socióloga Alcira Argumedo propuso la reapropiación social de los recursos energéticos y naturales para resolver la pobreza en el país. Otra propuesta del panel fue que la Argentina declare ilegítima su deuda.
“No se puede separar la economía de lo social: América Latina tiene el mayor desequilibro mundial en la distribución de ingresos”, dijo Alfredo García, del Centro de Estudios Financieros. García integró el panel de Desequilibrios económicos junto a Alfredo Calcagno, Claudio Katz y Martín Hourest: un desarrollo de la economía social basado en el capital humano, la socialización del saber para democratizar el poder y la oposición al ALCA, fueron algunas de las propuestas de los expositores.
Además de los paneles, en la conferencia habló el ex ministro de Educación y Cultura cubano, Armando Hart Dávalos, quien reivindicó losideales de la revolución francesa: “Libertad, igualdad y fraternidad. Pero para todos”, afirmó.
Las propuestas serán enviadas a otras conferencias por el equilibrio del mundo (la primera se organizó a fines de enero en Cuba con el objetivo de extenderlas por el continente) y se presentarán a fin de año ante la Unesco, en París.

Producción: Gabriel Entin