SOCIEDAD
Viaje gratis en subte por una protesta piquetera
Militantes piqueteros bloquearon las boleterías en Constitución, Retiro y Plaza Miserere. Reclamaban la creación de puestos de trabajo, por la reducción de la jornada laboral en el subte. Los pasajeros, agradecidos.
El primer molinetazo se sintió pocos minutos antes de las 13. Divididos en grupos, militantes de organizaciones piqueteras cortaron el tránsito de las boleterías de las estaciones Constitución y Retiro, cabeceras de la línea C, y en Plaza Miserere, de la A. La interrupción de la compra y venta de tarjetas se extendió hasta las 17.36. Durante ese lapso los pasajeros, gozosos, subieron a los trenes gratis, pues la empresa Metrovías abrió las puertas laterales a los molinetes. Las organizaciones piqueteras, en sintonía con los reclamos gremiales de los trabajadores de la empresa, apoyaron el cumplimiento de la jornada laboral de seis horas que permitiría, entre otros efectos, la incorporación de nuevos empleados. Según pudo saber este diario, el mismo planteo habían hecho hace una semana, sin éxito, en una reunión con los directivos de Metrovías.
La protesta tuvo características inusuales: sorprendió a buena parte de los pasajeros que durante más de cuatro horas transitaron por las estaciones tomadas. Para las organizaciones piqueteras que estaban allí, el escenario era terreno conocido. La semana pasada, algunos representantes del Movimiento Teresa Rodríguez, de la Unión de Trabajadores Piqueteros (UTP) y del MTD 26 de junio, entre otras agrupaciones, se habían reunido con los directivos de Metrovías en el marco de un programa de reclamos que venían desarrollando los propios trabajadores del subte solicitando la jornada laboral de seis horas.
Pero ayer el nudo de la protesta era otro: resuelto el conflicto por la jornada reducida por trabajo insalubre, el reclamo de los trabajadores y de los piqueteros es que se creen nuevos puestos de trabajo. El miércoles de la semana pasada, el gobierno porteño obligó a Metrovías a reorganizar a su flota de trabajadores garantizándoles seis horas de trabajo máximo por condiciones de insalubridad. La intervención fue adoptada en forma directa por el Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, luego de una intimación de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) a la empresa por la reducción y deterioro del servicio. En la negociación, de todos modos, la compañía consiguió un período de gracia: “Ya estamos cumpliendo con las seis horas, aunque por 30 días los trabajadores pueden hacer dos horas extras para no lesionar el servicio”, explicaba ayer Juan Bautista Ordóñez, vocero de la empresa.
En ese contexto, mientras se sucedían los conflictos y las negociaciones de la semana pasada, las organizaciones piqueteras decidían apoyar el reclamo de los trabajadores del subte y hacer sus propios pedidos: “Fuimos a pedirles trabajo y nos dieron arroz”, dice Daniela, una de las integrantes de la UTP. En la marcha de ayer, sus carteles reclamaban las seis horas laborales y trabajo genuino: que se incluya a nuevos trabajadores en los horarios que quedan libres. Ahora mismo no están convencidos de que eso suceda.
En el corto plazo, la caída de las horas de trabajo entre buena parte del personal debería crear nuevas fuentes de empleo. Sin embargo, sospechan que eso no ocurrirá: “En este momento la empresa está instalando bocas automáticas de expendio de boletos, en el corto plazo las boleterías de las estaciones de subte podrían cerrar”, indicaba ayer uno de los puntos difundidos por Anred, la Agencia de Noticias Red-Acción, que distribuye información de las organizaciones de base.
Tan sorpresiva fue la toma que Metrovías tomó una rápida decisión: “Para evitar incidentes y preservar la paz social, se ordenó la liberación de los accesos laterales y que los pasajeros viajen desde esas estaciones en forma gratuita”, explicaba Ordóñez. Para la empresa, “es posible que el accionar de estas agrupaciones perjudique la normal prestación de servicios en las diferentes líneas y en distintos puntos de la red de subte”, decía el vocero cuando la toma todavía no había terminado.
Al final de la protesta, los subtes y las estaciones volvieron a la normalidad, los pasajeros tuvieron que pasar nuevamente por las boleterías y la empresa radicó una denuncia en la división subterráneos de la Policía Federal, que será notificada a la CNRT.