La Argentina se sumó a la lucha mundial contra el cigarrillo. En la mañana de ayer, tal como anticipó este diario, el presidente Néstor Kirchner y el ministro de Salud, Ginés González García, suscribieron en Nueva York el Convenio Marco para el Control del Tabaco y quedaron así comprometidos a fomentar e implementar leyes, programas y acciones tendientes a reducir su consumo. Ahora el tratado deberá ser ratificado por el Congreso, tras lo cual el Gobierno promoverá la sanción de leyes “para limitar el máximo posible la publicidad y aumentar los impuestos a los cigarrillos para perjudicar sus ventas”, confirmaron a Página/12 fuentes de la cartera sanitaria.
El Convenio al que ayer adhirió la Argentina es el primer tratado global sobre salud pública aprobado con el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y fue firmado en mayo pasado en Ginebra por sus 192 miembros. A partir de él, se apunta a coordinar la acción internacional para el control del tabaquismo. Sin embargo, para que entre en vigencia, se requiere de la firma y la ratificación parlamentaria de 40 países.
Por su parte, el gobierno nacional ya cumplió con el primer paso y ahora el Presidente debería dar el segundo cuando regrese de los Estados Unidos. Previa consulta con los diferentes ministerios involucrados en el tema, el Ejecutivo deberá enviar el convenio al Congreso, donde podrá ser rechazado o aprobado, pero no se le podrán introducir modificaciones. “Es un compromiso muy importante y ojalá pudiera aprobarse fácilmente, pero creo que va a generar discusión porque las provincias tabacaleras creen y van a argumentar que se les termina el negocio”, opinó el diputado radical Aldo Neri, uno de los autores de un proyecto para la lucha contra el tabaquismo que, entre varios puntos, contempla la prohibición total de la publicidad de tabaco en el país y ya está siendo estudiado por la Comisión de Acción Social y Salud Pública.
De ahora en más, el Ministerio de Salud será el principal encargado de ratificar en la práctica el compromiso asumido en los papeles. Para esto, González García anunció que la acción girará alrededor de tres ejes: “Limitar lo máximo posible la publicidad y promoción del tabaco, aumentar los impuestos a los cigarrillos para perjudicar sus ventas y ampliar los espacios libres de humo para proteger al fumador pasivo”.